Que Sunat investigue posible triangulación ilícita de biodiesel, por César Gutiérrez
Hace poco más de un mes publiqué un informe que alertaba sobre
las importaciones de biodiesel (B100), pues la información de Sunat Aduanas
(Aduanas), en cuanto a orígenes, era inconsistente con los reportes de los
envíos desde Estados Unidos (EEUU).
Dados los derechos antidumping y compensatorios impuestos en el
año 2010, a las importaciones de B100 provenientes de EEUU, extendidos hasta al
2020, era razonable que el producto proveniente desde ese país disminuyese o
desapareciese.
Las estadísticas de Aduanas indican que en los años 2016, 2017
y 2018 no había ningún ingreso proveniente de EEUU, sin embargo informes de la
Agencia Internacional de Energía (EIA) mostraban que oficialmente desde EEUU se
había exportado en el 2018 teniendo al Perú como destino.
Para corroborar que no existía error, he verificado
publicaciones de revistas especializadas y comprobado que, para 2018, figura una
exportación de EEUU al Perú de 32.8 miles de toneladas (MTn), que en unidades de
volumen representan 234.19 miles de barriles (MB), cantidad nada despreciable
que representa el 19% del volumen importado por Petroperú.
La respuesta a esta incógnita no está en la desaparición de
barcos en el Triángulo de las Bermudas, sino en operaciones de triangulación en
barcos en alta mar con llegada destinos intermedios y su reexportación con otro
destino final. Esto ya se ha convertido en un clásico en operaciones de comercio
exterior vía marítima. Un buen ejemplo está en las exportaciones de etanol desde
EEUU, que en términos formales no van a China, pero tienen un tránsito extraño
con trasvases en Singapur y descarga en Malasia, desde donde se envía a puertos
chinos.
La racionalidad económica de este tipo de operaciones está en
el subsidio a los biocombustibles que existen en EEUU, que llegan casi al 40%
del precio final y que, a pesar de los costos de fletes intermedios, al destino
final pueden arribar con una ventaja del orden de 25% en el precio.
Imprescindible que Sunat Aduanas, Indecopi y la silente
Contraloría investiguen coordinadamente y determinen responsabilidades. Tremenda
suspicacia genera que en Petroperú en todo el 2018 hayan tenido un solo
proveedor. ¿Será lo expuesto la razón de ello?