Gustavo Gorriti y Romina Mella, con la colaboración de Rosa
Laura, publicaron este último sábado 16 de febrero un artículo de investigación
en IDL-Reporteros titulado “Cómo se negoció el acuerdo. Batallas secretas,
intereses oscuros: entretelones del proceso que culminó en São Paulo”.
Se trata de una pieza muy completa de información, que relata
con lujo de detalles precisamente lo que el título describe y cuya fuente para
el SENTIDO COMÚN no puede ser otra que los mismos protagonistas de las “batallas
secretas y los intereses oscuros del proceso que culminó en Sao Paulo”. Y, como
quienes participaron en ella fueron la Fiscalía (con el apéndice de la
Procuraduría) y la empresa Odebrecht, pues no hay que ser nigromántico como para
advertir (desde la bola de cristal) que las fuentes de ese artículo habrían sido
la Fiscalía (o sea Vela y Pérez) y los representantes y firmantes de Odebrecht
en el acuerdo de Sao Paulo.
Lo que más llama la atención de este artículo no son en
realidad los “entretelones”, sino la advertencia que hacen los articulistas al
final del mismo a todos aquellos que están en la línea de criticar –ya no digo
el acuerdo con Odebrecht– porque ese es un pretexto usado hábilmente por IDL
para un fin superior, a saber: un mensaje para quienes disienten contra Martín
Vizcarra.
El artículo expone en apariencia a todos aquellos periodistas
que han cuestionado por numerosas razones el instrumento firmado en Sao Paulo
con conflicto de intereses que hayan podido tener o tengan con Odebrecht con
base a alguna relación contractual de negocios o servicios prestados (¿?). Se
menciona entonces a Fernando Rospigliosi, Juan Carlos Valdivia, Rafael Hidalgo y
Manuel Romero Caro, quienes NO SOLO HAN CRITICADO EL ACUERDO SINO (Y MÁS
IMPORTANTE AÚN) HAN PUBLICITADO Y OPINADO SOBRE LAS RELACIONES DE MARTÍN
VIZCARRA CON EL CLUB DE LA CONSTRUCCIÓN EN LA CAMPAÑA ELECTORAL DE 2016 Y LAS
ADJUDICACIONES O LICITACIONES GANADAS DURANTE EL GOBIERNO DE PPK-VIZVARRA, CON
LA SUPUESTA EMPRESA INVOLUCRADA EN LOS APORTES NO DECLARADOS PARA LA CAMPAÑA
PRESIDENCIAL DE LA CUAL VIZCARRA ERA JEFE DESDE LA PRIMERA VUELTA.
Esta es, creo yo, la madre del cordero pues: ¿qué tiene que ver
que los citados periodistas hayan contratado alguna vez con Odebrecht si sus
opiniones son hoy contrarias a la empresa y sus actividades? ¿Acaso la están
defendiendo como para que se pueda alegar “conflicto de intereses”?
Más bien el vuelto parecería habérselos dado la empresa pues (y
vuelvo a apelar al sentido común en cuanto a fuentes): ¿quién sino Odebrecht
podría haber filtrado los contratos o reportes de servicios de los mencionados a
IDL-Reporteros? Hablando de conflicto de intereses, ¿juegan en pared el IDL y
Odebrecht contra sus críticos que además lo son del gobierno?
Pero lo más escalofriante del artículo es el final. Allí se
lanza una amenaza directa a todos aquellos periodistas, políticos o autoridades
que osen criticar en el futuro el acuerdo y a sus protagonistas (Vela, Pérez y
Cía) así como cuestionar a Gorriti y al IDL… PERO SOBRE TODO A MARTÍN VIZCARRA.
Y dice así: “No son estos, ni mucho menos, los únicos casos. Hay varios otros
que ocultan conflictos de interés y frecuente corrupción. IDL-R volverá sobre el
tema, con las pruebas que indiquen y revelen quién es qué cuantas veces sea
necesario.”
¡Y pensar que muchos se quejaban de que este gobierno no tenía
voceros!