Un mal Caballo de Troya, un despropósito, por Andrés Balta
Cuando haciendo una ley pasan gato por liebre; cuando los
desavisados reciben Caballo de Troya y lo agradecen con sus votos; cuando se
eyecta un torpedo bajo la línea de flotación de la propiedad privada y las
libertades de empresa y contratación, es el momento de poner el grito en el
cielo porque ello afecta el respeto irresctricto del proyecto de vida de
todos.
En efecto, no se puede intervenir en el plan empresarial de
nadie sin hincarnos a todos. Somos un solo cuerpo y "aquel que salva una vida,
salva al mundo entero" (La lista de Schindler).
Sí, está pasando esto en el Perú. Esn una primera votación, el
Congreso aprobó -con inadvertido camuflaje- un artículo de proyecto de ley que
dice: "Los propietarios o promotores de condominios o proyectos edificatorios
multifamiliares deben destinar un porcentaje para vivienda de interés social no
menor al 8% de la totalidad de las unidades inmobiliares para atender a las
familias afectadas por desastres naturales".
¿Cómo les quedó el ojo? El mío está morado y no lo he perdido
porque aún no es ley y espera segunda votación para ser sustituido por otro
texto.
¡Qué tal desperdicio! No tiene sentido reservar un número fijo
de viviendas para atender una demanda incierta, ni propósito alguno destinar
viviendas a la espera de desastres naturales.
No tiene nombre perjudicar a nadie, inmovilizando sus activos
por tiempo indeterminado e imprevisible ni afectar al restante 92% de viviendas
con arbitrios, impuestos, mantenimientos y gastos comunes del 8% reservado.
No, gracias congresista Glave, pero no aceptamos su presente
griego bajo el rótulo hipócrita de "Promoción de la inversión privada".