Netflix sigue creciendo y lo hace a un ritmo aún más rápido que hace un año.
La plataforma de distribución de contenido audiovisual vía streaming mejoró un
35% los ingresos en el ejercicio 2018, hasta los 15.800 millones de dólares,
4.190 de ellos en el último trimestre del año. El beneficio, por su parte,
ascendió a 1.210 millones, el doble que hace un año, de los que 134 fueron entre
septiembre y diciembre.
La compañía de Los Gatos es un caso particular en Wall Street. Acaba de
anunciar esta semana un incremento de hasta el 18% en el precio que pagan sus
abonados en Estados Unidos, un país en el que llega a la mitad de los hogares
con televisión. La justificación de la empresa a este encarecimiento: necesita
gastar más dinero en producir contenido original. Pero esa mayor inversión en
cine, series y documentales que marquen la diferencia con la competencia también
ha provocado un repunte en su deuda, que en el último año ha pasado de 6.500
millones a 10.400 millones de dólares.
"El objetivo es elevar más rápido los ingresos para expandir el margen
operativo", aclara la compañía. Hace un año ese margen era del 7,5%, pero se ha
contraído hasta el 5,2% por el estreno de nuevos títulos en el último trimestre.
Entre ellos destacan dos películas: Bird Box, protagonizada por Sandra Bullock,
y Roma, dirigida por Alfonso Cuarón. Está por ver si el encarecimiento provoca o
no un desplazamiento de los suscriptores de Netflix hacia otras plataformas
rivales en un mercado en el que la competencia ya es intensa.
Netflix cerró el año con 139 millones de abonados, la tercera parte más que
en el inicio del ejercicio. En el cuatro trimestre sumó 8,8 millones de usuarios
de pago y la compañía anticipa otros nueve millones más en el trimestre en curso
gracias al impulso de la expansión internacional. Las acciones de la firma
californiana han subido un 60% en el último año, en contraste con la caída del
6% del S&P 500, el índice de referencia de la Bolsa estadounidense.