Otro intento de gravar con Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los casinos
y tragamonedas está a punto de naufragar.
Desde que hay casinos en el Perú no sólo han proliferado sin mayor control,
sino que también se han multiplicado las batallas legales en diversos juzgados
de provincias y hasta en el Tribunal Constitucional para aminorar su aporte al
fisco.
En la última semana, con el enojo del presidente Martín Vizcarra pero con el
apoyo del congresista Miki Torres, la comisión de Constitución del Congreso
aprobó la derogatoria del Decreto Legislativo 1419, que impuso el ISC a los
juegos de azar sobre la base de la propia información de la industria, que al
reconocer una tasa de retorno al público de 90% deja un espacio de 5% para este
impuesto, porque el mínimo legal de retorno es del 85 %.
Si bien la posición del Ejecutivo es monolítica en pos de los recursos que le
permitan reducir el creciente déficit fiscal, los representantes de los casinos
-entre los que se cuentan algunos estudios de abogados como el Estudio Torres,
que patrocina a Cirsa (casinos Admiral, casinos Miami y el Casino del
Marriott)-, podrían dejar que el tema se enfríe buscando la quietud de la
Comisión Permanente en plenas Fiestas Navideñas. Los argumentos a favor de los
casinos pululan. No hay que olvidar que poderoso caballero es Don Dinero.
Olvidan con facilidad que, en el vigente Impuesto al Juego, la Sunat no ha
conseguido fiscalizar online las salas de juegos, pese a que la Ley 27796
(25/07/02) creó el Sistema Unificado de Control en Tiempo Real (SUCTR) que
soñaban implementar en el plazo de “un año”. Luego de 10 largos años, el
Congreso aprobó la Ley 29829 (07/01/12) que le echó agua a la sopa de la
fiscalización eliminando el SUCTR al reemplazarlo por un control del Ministerio
de Comercio Exterior y Turismo en el que los propios trabajadores del casino son
los que registran la liquidación diaria de las operaciones. En el 2017, este
impuesto recaudó apenas S/ 297.4 millones. Casi nada. No alcanza ni para el té,
ni siquiera para las galletas
La decisión del ministro de Economía, Carlos Oliva, de un ISC por mesa de
juego y por máquina tragamoneda es la correcta. La caja fiscal y el combate a la
ludopatía se lo terminarán agradeciendo.