El Banco de México aumenta sus tasas de interés al 8%, el nivel más alto en una década
El Banco de México subió un 0.25% su tasa de interés de referencia,
elevándola así al 8%, un nivel que no se registraba desde 2008 y que se ubica a
tan solo 25 puntos base de su máximo histórico (8.25%) alcanzado en enero de
hace diez años. La institución justifica su decisión por las presiones
inflacionarias y advirtió sobre los riesgos que podrían tener algunas políticas
del gobierno entrante en el crecimiento económico y la formación de precios.
Este es el tercer incremento de 2018, después de los registrados en febrero y
junio, y ya era esperado por el mercado ante un fuerte debilitamiento del peso
frente al dólar y otras presiones para la inflación, mostró un sondeo de
Reuters.
"Desde la última decisión de política monetaria el peso mexicano registró una
depreciación importante. Además de los factores externos, la cotización del peso
se vio afectada por el anuncio acerca de la intención de cancelar el Proyecto
del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y, en general, por la preocupación
de los mercados por las políticas de la nueva administración y algunas
iniciativas legislativas, lo que llevó a varias agencias calificadoras a cambiar
la perspectiva de la deuda soberana del país de estable a negativa", comenta
Banxico en comunicado.
"A su vez, las primas de riesgo soberano y las tasas de interés en México de
mediano y largo plazos registraron incrementos considerables, muy por encima de
lo observado en otras economías emergentes, reflejando un fuerte incremento en
las diferentes primas de riesgo que demandan los inversionistas por mantener
activos nacionales", agrega la institución.
De acuerdo con la institución, este entorno presenta importantes riesgos de
mediano y largo plazo que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del
país, su capacidad de crecimiento y la formación de precios en la economía.
Otros factores que, de acuerdo con el documento justifican la decisión de la
junta de gobierno del Banco Central, son la caída en los precios internacionales
del petróleo, que afecta a la moneda mexicana, así como las reiteradas
previsiones de la Fed para mantener aumentos graduales de su tasa.
Banxico agregó que es importante que además de seguir una política monetaria
"prudente y firme" se deben impulsar medidas para propiciar mayor productividad
y un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, a pocos días de que
el nuevo gobierno asuma su mandato el 1 de diciembre.
El peso perdió un 8.7% en octubre y cayó esta semana a su nivel más débil
desde mediados de junio, superando la barrera psicológica de 20.5 unidades por
dólar. En tanto, la inflación fue de un 4.90% interanual en octubre, aún muy por
encima de la meta del 3%.
"La política monetaria debe responder con prudencia si por diversas razones
se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía", destacó
la junta de gobierno en su decisión. Agregó que el balance de riesgos respecto a
la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un
"importante sesgo al alza", en un entorno de "marcada incertidumbre".
"La inflación enfrenta riesgos importantes relacionados con la posible
adopción de políticas que afecten estructuralmente el proceso de formación de
precios en la economía", enfatizó la junta.
López Obrador ha prometido un gobierno austero que trabajará en favor de los
más pobres, pero sus adversarios sostienen que si implementa políticas
populistas podría complicar las finanzas públicas del país, provocar una
depreciación del peso, y acelerar la inflación.