Un estudiante mata al menos 17 personas en un instituto de Crimea con una bomba y un fusil
Las autoridades aseguran que se trata de un estudiante de 18
años que se ha suicidado. Medio centenar de personas han resultado
heridas
Al menos 17 personas han muerto y unas 50 han resultado heridas
este miércoles tras la explosión de una bomba y un asalto con un fusil en un
centro de formación profesional en la ciudad de Kerch, en Crimea. La mayoría de
las víctimas son adolescentes, que fallecieron a consecuencia de los disparos.
El artefacto era de fabricación casera, según fuentes de la Guardia Nacional
rusa citadas por la agencia TASS. Fuentes de la investigación han clasificado el
incidente como un asesinato en masa, descartando así que se tratara de un
atentado terrorista.
El gobernador de Crimea, una península anexionada por Rusia en
2014, ha declarado que el sospechoso del ataque es un estudiante de 18 años,
Vladislav Rosliakov, que se ha suicidado después, informa la agencia Reuters,
aunque el Comité Nacional Antiterrorista no descarta que hubieran intervenido
otros atacantes.
Varios oficiales y la misma directora del instituto de
formación profesional, que no se encontraba en el centro en el momento del
estallido, han afirmado que un hombre armado entró al colegio, dejó la bomba en
la cafetería y luego empezó a disparar a todo el mundo. "Todo el mundo corría.
Vi a una chica tumbada en el suelo. Había otro chico al que le estaban ayudando
a caminar porque no podía moverse solo. La pared estaba cubierta de sangre. Todo
el mundo estaba asustado. La gente lloraba", relata Anastasia Yenshina, una
estudiante de 15 años.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha declarado que los
motivos del suceso están siendo estudiando con detenimiento y ha expresado sus
condolencias a los familiares de las víctimas.
La ciudad portuaria de Kersch se encuentra entre el mar de Azov
y el mar Negro. El pasado mayo, Putin inauguró aquí un puente de 19 kilómetros
que une la península de Crimea con la urbe rusa de Krasnodar. Se cumplió así el
viejo sueño del líder del Kremlin de establecer un cordón umbilical entre estos
dos territorios.