La Ópera de Budapest suspende el musical ‘Billy Elliot’
La suspensión de la obra tiene lugar tras una campaña lanzada por un diario
cercano al gobierno húngaro, que advertía que los jóvenes que la viesen corrían
el riesgo de "convertirse en homosexuales"
La deriva autoritaria del Estado húngaro está alcanzando nuevas cotas. Esta
vez el ataque es contra la cultura y los derechos de las personas lesbianas,
gais, bisexuales y trans (LGTBI+). Tras una durísima capaña homófoba iniciada
por un medio de comunicación vinculado al Gobierno del ultraoconservador Viktor
Orbán, la Opera de Budapest ha suspendido la representación del musical de Billy
Elliot. La decisión de cancelar las 15 funciones que la institución de
titularidad pública tenía previstas para este mes llega tras varias semanas de
ataques liderados por diario Magyar Idök, que habia afirmado en distintos
artículos que los jóvenes que fuesen a ver la famosa representación corrían el
riesgo de "convertirse a la homosexualidad".
El acoso ha sido tal que el director de la Ópera, Szilveszter Ókovács, ha
asegurado que ha afectado a la venta de entradas. La obra, con música de Elton
John e inspirada en la galardonada película dirigida por Stephen Daldry (2000),
se había representado ya la temporada pasada en Budapest con muy buenos datos de
asistencia. Sin embargo, son muchas las voces que sostienen que han sido las
enormes presiones políticas y no las económicas lo que han llevado a Ókovács a
cancelar el musical, que cuenta la historia de un chico que sueña con
convertirse en bailarín profesional ante la oposición de su padre, que quiere
que aprenda a boxear. El teatro ha asegurado que el coste de las entradas ya
vendidas se reembolsará.
Las organizaciones de derechos humanos han alertado sobre lo ocurrido. "La
cancelación del musical es una pésima señal, pero la campaña de odio y homófoba
contra la obra desde los medios pro-gubernamentales alienta y justifica los
ataques contra la comunidad LGTBI+", lamenta Katrin Hugendubel, directora de
Incidencia Política de ILGA Europa, una organización paraguas de referencia, que
agrupa a distintas asociaciones de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Trans e
Intersexuales.
La agresiva campaña homófoba y la cancelación del musical representado
durante años en las principales ciudades de todo el mundo es un nuevo capítulo
de la Hungría de Viktor Orbán. Desde que revalidó su tercer mandato consecutivo
el pasado abril con una supermayoría parlamentaria, el primer ministro y su
Gobierno han aumentado sus ataques contra la sociedad civil. El martes, el
Parlamento del país centroeuropeo —miembro de la UE desde 2004— aprobó una ley
que cerca a las ONG y criminaliza a quienes ayuden a los inmigrantes
indocumentados.
El eurófobo, xenófobo y populista Orbán, cuyo modelo de estado es una
"democracia no liberal", no se cansa de repetir que hará todo lo posible para
proteger Hungría de los inmigrantes y para preservar su "identidad cristiana".
Con ese ideario, el Ejecutivo del Fidesz (miembro de la familia del Partido
Popular Europeo) y sus medios de comunicación afines han emprendido una batalla
contra todo lo que suene a liberal. Desde el magnate y filántropo George Soros y
las organizaciones e instituciones financiadas con sus fondos en el país hasta
el panorama cultural que se aleje de la línea marcada por el Gobierno.
Hace meses que medios y comentaristas pro-gubernamentales cargan
frecuentemente contra escritores, artistas e intelecuales liberales, a los que
acusan de haberse enriquecido gracias a las subvenciones públicas durante
años.
Ataques contra la comunidad LGTBI+
El diario ultraconservador Magyar Idök publicó una crítica de la obra el
pasado 1 de junio, en la que su autora acusaba a la Ópera de "hacer infelices a
los jóvenes que, por ellos mismos, no irían en esa dirección". En el artículo se
acusa a la obra de "propagar" la homosexualidad de una forma que "afecta al
subconsciente de los menores, justo en una edad cuando todavía se puede influir
sobre su inclinación". Poco días después, publicaron una nueva pieza sobre la
obra, que llevaba como título Una forma de vida desviada.
El martes, el semanario Figyelö, también cercano a Orban, publicó una lista
de investigadores de la Academia Húngara de Ciencias señalados por trabajar
sobre los derechos de los homosexuales. Hace solo unas semanas, la revista
propiedad de una aliada del primer ministro publicó otra lista negra. Esa vez
con el nombre de 200 activistas, periodistas o profesores que vincula a George
Soros, a quien Orbán considera literalmente "enemigo del Estado".