Invercem alista su planta de cementos en Trujillo y tiene proyectos cementeros en Pisco y Ayacucho
Planta de Cemento que será instalada en
Trujillo
Inversiones en
Cemento – Invercem S.A., es una empresa de capitales de peruanos, que se ha
convertido en uno de los nuevos jugadores del mercado local de cementos. Desde
mayo del año pasado, Invercem está en operación comercial con la asesoría de
Heidelberg Cement de Alemania, importando cemento de la empresa china Anhui
Conch Cement Company (segundo productor mundial). Para despacho, cuenta con una
planta de embolsado en Salaverry, Trujillo.
Invercem está distribuyendo en el norte de
Perú el cemento marca
“QHUNA”, palabra en aymara que significa
“molino” y también
significa “hogar”. Pero a corto plazo, Invercem planea
producir su propio cemento y como proyectos a largo plazo, planea instalar
plantas de cemento en Pisco (Ica) y Lucanas (Ayacucho). Este detalle y otros más
nos cuenta Víctor de La Torre, fundador de
Invercem.
¿Cuándo
estará lista la planta de cemento en
Trujillo?
En estos
momentos, la planta, totalmente nueva, está siendo embarcada en Huelva (España).
Llegará en un mes y el armado acá demorará tres meses. Así
que en cuatro o cinco meses estará lista para
producir.
¿Cómo
instalará tan rápido la
planta?
Lo que pasa es
que es una planta modular. Ya está lista, solo que se arma y se desarma en
partes para su traslado.
¿Cuál será su
capacidad? ¿A cuánto asciende la inversión?
La capacidad de
la planta será de 220 mil toneladas al año. La inversión
estimada es de US$ 18 millones.
¿A cuánto
asciende el despacho actual de cemento
Qhuna?
En febrero hemos
despachado 130 mil bolsas, unas 5,525 toneladas. Cuando tengamos nuestra propia
planta, despacharemos más. Y en la actualidad estamos doblando la capacidad de
despacho.
¿Después
planea ampliar la capacidad de la
planta?
Claro. Mira, en
estos momentos tengo una capacidad de despacho de 550 mil bolsas mensuales. La
empresa también cuenta con un molino de 500 mil toneladas en Manchay. Ahora solo
estamos en el norte, compitiendo con los productos de Cemento Pacasmayo
(Pacasmayo, Mochica), pero a largo plazo planeamos estar también en el resto del
país.
¿La empresa
tiene algún proyecto cementero en el resto del país?
Por supuesto.
Cuando terminemos nuestro proyecto en Trujillo, nos avocaremos a nuestros
próximos proyectos. Uno de estos es el de una planta de cemento en Pisco (Ica),
para despachar cemento en el sur chico. Otro proyecto será en Lucanas, Ayacucho.
En este último lugar, a 52 kilómetros de Nazca y cerca de la carretera
Interoceánica Sur, contamos con las reservas de puzolanas de excelente
calidad
¿Cuánta
será la capacidad de estas
plantas?
La de Pisco será
de 220 mil toneladas, eso ya está definido. La que ubicaremos en Ayacucho será
más grande, de 450 mil
toneladas.
¿La demanda
del mercado nacional de cemento podrá absorber su
oferta?
No hay forma
que, de acá a 10 años, el crecimiento de la industria de cemento pueda
satisfacer la demanda de cemento. Se necesitan nuevos proyectos de cemento
porque la oferta actual no será suficiente para abastecer el
mercado.
UNACEM Y SU CONTRATO DE
GERENCIA
Víctor de la
Torre trabajó en Cementos Lima. Después que dejó la empresa, esta se fusionó el 2012 con Cemento Andino y pasó a llamarse Unión Andino de Cementos – Unacem.
El principal
accionista de Unacem es SIA con el 43.4%. El principal accionista de SIA es el
holding Nuevas Inversiones SA – NISA con el 58.9%. Los principales accionistas
de NISA son los hermanos Rizo Patrón con el 61.1% y entre los accionistas
minoritarios están las familias Palacios Moreyra y la de la
Torre.
Desde 1967,
Unacem (en esa época, Cementos Lima), tiene un contrato de gerencia con SIA –que
se renueva cada cinco años- mediante el cual, esta recibe el 7.2% de las
utilidades líquidas antes de impuestos de Unacem. Esto ha ocasionado que los
accionistas minoritarios, principalmente las AFPs, soliciten un informe
económico sobre este
polémico contrato y algunos de ellos quieren que no se
renueve más. Le preguntamos sobre esto y más a Víctor de la Torre.
¿Qué
tal fue su experiencia en Cementos Lima (hoy
Unacem)?
Muy buena. Allí
trabajé para Jaime Rizo Patrón Remy, quien era el capitán de la industria.
Forjó la industria de cemento moderno. Tuvo el mérito de hacer su primera planta
de cemento a los 27 o 28 años. Casi todas las plantas de cemento que operan hoy
en Perú fueron diseñadas por
él.
¿Hasta
cuándo trabajó Ud. en Cementos Lima? ¿Por qué
se retiró?
Hasta diciembre
de 1996, cuando era gerente de administración. Renuncié porque no me gustó
el rumbo que tomaba la dirección, ya preveía algunos
problemas.
¿Usted
también apoya a los accionistas minoritarios de Unacem en relación al contrato
de gerencia con SIA?
Lo que yo pido
es que se evalúe la efectividad del contrato de gerencia con SIA para ver si es
positivo o negativo.
Mi opinión
personal es que se debe reorientar los objetivos y metas de la empresa y para
eso, se necesita modernizar los cuadros de la
empresa.
EL PROYECTO DE CEMENTOS
PORTLAND
Víctor de la
Torre estuvo también involucrado en el proyecto de una planta cementera de la
empresa Cementos Portland – Cempor
(joint venture de la chilena Bío Bío y la
brasileña Votorantim), hoy congelado por una acción de amparo interpuesta por
Unacem por supuestos incumplimientos ambientales. Le preguntamos sobre su
participación anterior en este proyecto.
¿Cómo se
involucró en el proyecto de
Cempor?
En mayo de 1997
IPSA tenía dos concesiones de minería no metálica y trabajaba en un proyecto de
planta de cemento en Pachacamac; para tal fin se creó Cempor, siendo los
accionistas IPSA y la española
World Cement Group.
¿Cómo
Bío Bío y Votorantim ingresaron a la
empresa?
En el 2010, cada
una de estas empresas compraron el 29.5% de las acciones de Cempor, mientras
IPSA y World Cement Group nos quedamos con el 20.5% cada
uno.
Como el proyecto
de Cempor se atrasó, los peruanos y españoles vendimos a los
mayoritarios.
¿Por
quése atrasó el proyecto?
Por problemas burocráticos, es bien difícil
sacar adelante un proyecto en nuestro país. Primero, el Estudio de Impacto
Ambiental (EIA) demoró cuatro años. Luego, el Certificado de Inexistencia de
Restos Arqueológicos (CIRA)
demoró tres años.
Finalmente, la Municipalidad de Lima, con Susana Villarán y Marisa Glave Remy,
como presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano, nos plantó
cuatro años, sin mayor justificación.
Desde el 2015
estoy desligado de Cempor, ya no sé quéproblemas tiene actualmente.
El
Entrevistado
Víctor de la
Torre de la Piedra, presidente del directorio de
Invercem.
Estudios:
Derecho en PUCP, Programa de la Alta Dirección de la Universidad de
Piura/IESE.