Utilizaremos diesel mientras gasoducto se convierte en quimera
Por César Gutiérrez
Ha pasado más de un año desde que el proyecto Gasoducto Sur
Peruano (GSP) abortó por falta de cierre financiero, consecuencia de los
problemas judiciales del grupo Odebrecht en el caso Lava Jato.
Múltiples han sido los anuncios del gobierno sobre un nuevo
proceso de competencia, para retomar la construcción que en términos físicos ha
tenido un 10% de avance. Del optimismo del ex Ministro de Economía y Finanzas,
Alfredo Thorne, que decía que en un mes estaba lanzado el concurso, al más
mesurado de la ex Ministra de Energía y Minas y hoy Canciller, Cayetana Aljovín,
que anunciaba que a inicios de este año se convocaba, hasta el mensaje mucho más
aterrizado del actual Director Ejecutivo de Proinversión, Alberto Ñeco, que
menciona el 2019 como la nueva fecha. Yo afirmo, que es muy probable que ni se
licite antes del bicentenario.
El tema está muy enredado, más allá de las disputas entre los
miembros del consorcio: Odebrecht, Enagas y Graña y Montero, que se libran en
Indecopi y la Cámara de Comercio de Lima; están en camino procesos arbitrales:
Odebrecht contra el Estado, invocando un tratado bilateral entre Perú y
Luxemburgo y de Enagas contra el Estado por la liquidación del valor contable
neto de los bienes, que inexorablemente irá al Ciadi. Estos procesos arbitrales
durarán aproximadamente tres años, cualquier avance que se haga del proyecto
tendrá condicionales derivados de ellos.
Mientras tanto, las dos centrales existentes en el Nodo
Energético del Sur (NES), que suman 1,440 Megavatios (MW), operarán utilizando
diesel, cuyo costo por unidad de energía generada es cinco veces lo que se
incurriría con gas natural. A estas alturas, ya no hay duda alguna que a partir
del 2020 se necesitará operar estas centrales y su abastecimiento a gas no tiene
otra alternativa que el GSP, es falaz la afirmación que se puede hacer con
camiones de gas licuado llevado desde la Planta de Licuefacción de Pampa
Melchorita.
A los críticos que decían que el NES era inútil, la realidad
les responde, no solo se le necesitará a partir del año 2020, sino que han
operado a diesel todo el año 2017.
Gran pérdida de tiempo en debates desinformados y decisiones de
gobierno desacertadas que nos empieza a pasar la cuenta.