Cautela ante impredecible año 2018, por César Gutiérrez
El 2018 se viene complicado, hay condiciones sobre todo
externas para crecer 4%, sin embargo existe un clima político enrarecido del
cual no hay pronóstico certero sobre su desenlace final y que puede atentar
contra el crecimiento esperado.
Se pregona desde el gobierno y hay muchos que se alinean con
este pensamiento, que con la conformación de un gabinete al que han llamado con
la trillada frase “de ancha base”, se irá hacia la reconciliación nacional, la
política y economía marcharán mejor que lo vivido en estos 17 meses de
“PPKausismo”.
En la vereda opuesta, está alineado el “antifujimorismo”, se
predice y se desea ver a PPK nuevamente saliendo del país en la maletera de un
automóvil como en el año 1,969. Este grupo se ha convencido que la protesta
callejera conseguirá ver al gobernante dimitiendo.
Estamos por vivir un caso inédito, una economía con
condiciones propicias para el crecimiento; una Premier que insiste en quedarse
cuando no debería hacerlo, los hechos de diciembre han destruido su capital
político; unos ministros disminuidos por tener una capitoste sin fortaleza y un
mandatario sin credibilidad ni liderazgo alguno a nivel nacional e
internacional. Aquí el riesgo mayor es que aparezcan nuevos elementos que
incriminen a PPK y por más que tenga prensa y encuestadoras a su favor, puede
ser imposible sostenerlo.
Por otro lado, a nivel urbano habrá una calle
“antifujimorista”, sin fortaleza suficiente para provocar la renuncia
presidencial, lo que se explica por el desapego de la mayoría de los ciudadanos
de a pie. Las cifras sobre la participación en las movilizaciones son magras,
menos del 1.6% de la población en Lima, en el mejor de los pronósticos. A nivel
del interior del país, sin grandes convocatorias, pero con grupos bien
organizados, que los hay, Yanacocha y Southern dan fe de ello; puede
complicarle más la vida a las empresas mineras e hidrocarburíferos, fuentes
relevantes del ingreso nacional.
A nivel de percepción de riego país, las calificadoras
tendrán la palabra, es obvio que estaremos entre los candidatos a disminuir
nuestra calificación.
En este escenario tanto los ciudadanos como los empresarios
deberán tener cautela en sus decisiones de gasto e inversión; el futuro es
impredecible.