Enfrentamiento político en Ecuador con posibles secuelas en Perú por: César Gutiérrez
El pasado sábado 25 de los corrientes, el pequeño pero
muy confortable aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de la ciudad de Guayaquil,
capital de la provincia de Guayas, república del Ecuador, estuvo muy agitado;
retornaba al país procedente de Bruselas, Bélgica; el ex Presidente Rafael
Correa. Desde antes de su arribo, quedaba claro que llegaría a confrontar con su
aún correligionario y ex vicepresidente, hoy presidente de la república, Lenín
Moreno.
La amistad de
vieja data, que significó compartir posiciones políticas durante los 10 años de
mandato de Correa, se deterioró con mucha celeridad. Moreno, fue electo en el
pasado mes de Abril, tomó el mando a fines de Mayo y a inicios de Julio cuando
el ex Presidente partióa Bruselas, ya la guerra entre ambos estaba declarada;
porque el actual mandatario muy rápidamente se convirtió en crítico de la
gestión de su correligionario y antecesor. A ese caldeado clima, se sumó la
acusación judicial en agosto pasado del ex vicepresidente de Correa y del actual
presidente, Jorge Glas. El origen del señalamiento ha sido supuestos sobornos
percibidos de la constructora brasileña Odebrecht, lo que ha derivado en su
encarcelamiento desde el mes de octubre de este año.
CORREA Y MORENO INICIARÁN ENFRENTAMIENTO PARTIDARIO PERO
DERIVARÁ EN TEMA PETROLERO
El enfrentamiento entre los antes compañeros de ruta, se
iniciará al interior del partido político Alianza País, que fue el vehículo que
permitió arribar a la presidencia al actual mandatario. Correa planteará la
expulsión partidaria de Moreno, la disputa será intensa, trascenderá la
militancia política y derivará en una contraofensiva acusatoria que tendrá como
argumento, el endeudamiento con la República Popular China, teniendo el petróleo
producido en Ecuador como medio de pago y las transacciones comerciales del
mismo, donde las refinerías de Petroperú han sido uno de los
destinos.
En este escenario el periodista ecuatoriano Fernando
Villavicencio Valencia, enemigo cerril del “correísmo”, estará muy activo
y es justamente él, quien ha enfilado sus críticas a las operaciones de venta
del petróleo ecuatoriano que se conoce con la denominación de ·”Crudo Oriente” y
que han sido realizadas entre Petroperú y algunos “traders”, que a su vez
triangulaban estas transacciones con Petrochina que es la que adquiere el crudo
de la estatal Petroecuador.
NO HAY ELEMENTOS DE JUICIO PARA SEÑALAMIENTOS EN COMPRAS
PERUANAS DE CRUDO ECUATORIANO
En diversos artículos que he publicado, he demostrado
que las transacciones realizadas por Petroperú han seguido la tendencia de
precios del crudo Oriente en el mercado internacional, del mismo modo los costos
del transporte marítimo. En ambos casos se puede hablar solo de tendencias, no
de comparaciones, porque las importaciones que hace al Perú, Refinería La
Pampilla SA (Relapasa),de propiedad de la española Repsol, las ha hecho en
fechas diferentes y la única comparación válida es tener volúmenes similares, la
misma fecha de embarque y la misma forma de pago. En el flete tampoco es posible
la contrastación, pues Petroperu contrata transporte con dos destinos: Conchán y
Talara; mientras que Relapasa lo hace con un solo destino; Callao.
LAS TRANSACCIONES DE GOBIERNO
ECUADOR-CHINA
Una de las críticas que se han hecho a las operaciones
de venta de Petroecuador a Petrochina, que derivaron en triangulaciones con
“traders”, van por dos vertientes: los acuerdos de financiamiento Ecuador-China
teniendo el petróleo como medio de pago y la no existencia de compromisos
bilaterales de venta-compra de crudo, Ecuador-Perú.
Iniciando con el caso del financiamiento chino a
Ecuador, hay que referir que el origen está en el incumplimiento de pago de
deuda por parte ecuatoriana, por 3,200 millones de dólares (MMUS$) en el año
2008, lo que generó el cierre al acceso financiero en los
mercados.
En estas condiciones y dado la direccionalidad política
que tomó el gobierno de Correa, que había iniciado su mandato a inicios del
2007; no le quedaba alternativa sino de tomar préstamos bilaterales, de países
que tuvieran una estrategia geopolítica que calzara con sus lineamientos
gubernamentales. Así se empieza una relación de deuda con la República Popular
China, con un primer desembolso por 1,000 MMUS$ en el 2009, hasta llegar a una
cifra que bordea en la actualidad los 8,200 MMUS$. Es obvio que en el contexto
de la política adoptada por Correa, no tenía márgenes de negociación respecto a
tasas de interés y de medio de pago, que en este caso no podía ser otro que el
crudo ecuatoriano.
LA IMPOSIBILIDAD DE UN ACUERDO GUBERNAMENTAL DE CRUDOS
PERÚ-ECUADOR.
El acuerdo Ecuador-China, ha comprometido cerca del 90%
de las exportaciones de la producción petrolera ecuatoriana, lo cual
imposibilitaba cualquier otro acuerdo de gobierno a gobierno con otro país. Así
queda excluida cualquier posibilidad de haberlo hecho con Perú, el estado
ecuatoriano tenía que rentabilizar al máximo el 10% de volumen de exportación de
libre disponibilidad; dado que en las transacciones con China, el precio era
fijado mediante una fórmula discutible, que tuvo opinión favorable de la
conocida nuestra Arthur D. Little, que viene dando opiniones diversas sobre la
economía peruana desde épocas muy remotas, por ejemplo hay informes del año
1960, durante el gobierno de Manuel Prado Ugarteche, teniendo a Pedro Beltrán
Espantoso, como Ministro de Hacienda.
Agregaría que felizmente era materialmente inviable el
acuerdo de gobierno a gobierno por crudo ecuatoriano, pues no tenemos una buena
experiencia en las transacciones bajo el paraguas gubernamental. Hay casos muy
recientes de operaciones cuestionadas como la adquisición de aviones y
patrulleros al gobierno de Corea del Sur y de un satélite al gobierno de
Francia; que se hicieron en el mandato del hoy apresado Ollanta
Humala.