Ransa Bolivia: Desarrollo logístico es lento, pero tiene potencial
Javier Basulto Lizarraga administra en Bolivia la
corporación Ransa del holding peruano Grupo Romero, jugador clave en servicios
logísticos en Perú, Ecuador, Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala y
Bolivia
Hace casi dos años aterrizó en Santa Cruz para hacerse cargo de
Ransa, una firma con casa matriz en Perú especializada en servicios logísticos
de clase mundial. Habló del crecimiento, retos e inversiones que la
multinacional ejecuta y tiene planificado desarrollar en Bolivia en el próximo
quinquenio.
—¿Cuánto tiempo hace que Ransa está en Bolivia y en qué
áreas o sectores opera? Estamos en Bolivia desde 2003.
Comenzamos con un servicio de archivo y de gestión documental, hoy ofrecemos
almacenamiento de mercadería, transporte y distribución de productos a nuestros
clientes y continuamos con el servicio de archivos y gestión documental donde
somos los principales competidores en el mercado. Atendemos al sector de consumo
masivo, de retail y de industrias. Hemos desarrollado soluciones para estos
agentes económicos porque vemos un enorme potencial de crecimiento y nuestros
servicios calzan perfecto para brindarles servicios con estándares de calidad,
de clase mundial, a las empresas que aterrizan en Bolivia.
— Como Ransa, ¿a cuántas firmas atienden en
Bolivia? En Bolivia tenemos un portafolio de más de 200 clientes en
la cadena de servicios, almacenamiento, transporte, distribución y archivos. Los
principales clientes son empresas multinacionales que desarrollan operaciones en
el negocio del consumo masivo y del retail. Somos especialistas en operaciones y
servicios logísticos y dependiendo del sector y del requerimiento del cliente
nos adecuamos a las condiciones de logística. Además de Bolivia, operamos en
Ecuador, Colombia, El Salvador, Honduras y Guatemala.
—¿Cuánto crecieron las operaciones de Ransa en el
país? Para nosotros, Bolivia siempre ha sido un mercado con alto
potencial, muy atractivo. En 14 años crecimos un 100% y por ese motivo es que el
Grupo Romero viene apostando por invertir en las regiones del eje central de
Bolivia. Estamos destinando $us 1 millón en el nuevo centro de distribución que
construimos en la ciudad de El Alto (La Paz) y que tendrá 9.500 posiciones de
racks para almacenar productos, ocho ‘ducs’ de carga para hacer más eficientes
las cargas y descargas de mercadería, una sala específica para realizar maquila
y transformación de productos, entre otros servicios. Pensamos culminar la obra
en octubre para empezar a atender a los clientes en noviembre. Adicionalmente
inyectaremos $us 250.000 para mejorar la infraestructura de operaciones que
tenemos en Cochabamba y en Santa Cruz. En 2016 tuvimos ventas por servicios
logísticos superiores a $us 4,5 millones en Bolivia y este año proyectamos
crecer un 15%. — ¿Qué otras firmas del Grupo Romero
operan en el país? Industrias de Aceite Fino, Almacenes Pacífico
Sur S.A. (Alpasur), que brinda servicios navieros y de comercio exterior, y
Ransa.
—¿Bolivia es una plaza atractiva para el negocio
logístico? El desarrollo del sector logístico es lento aún, pero
vemos en Bolivia un enorme potencial de crecimiento porque está ubicada en un
punto privilegiado de Sudamérica. Puede convertirse en un hub logístico
terrestre y aéreo porque conecta el este con el oeste, el norte con el sur y
viceversa. Hay mucho potencial en el sector logístico en Bolivia, pero no hay
empresas con las cuales se pueda ‘terciarizar’ servicios por las exigencias, de
clase mundial, que los clientes condicionan en cuanto a estándares de calidad
para movilizar carga.
— ¿Cuáles son las perspectivas de expansión en el
país? El siguiente paso es incursionar en la cadena integral de
frío -logística refrigerada- para manejar los servicios de almacenaje, de
transporte y de distribución. En Santa Cruz no se ha desarrollado una oferta de
frío atractiva y existen un gran potencial. Implementando este servicio se podrá
atraer más franquicias y mucha más inversión. La idea es especializarnos en frío
y ver las posibilidades de importar productos congelados o refrigerados de otros
países de Sudamérica con destino a Bolivia. En el próximo quinquenio tenemos
perspectivas de crecimiento como Ransa en Bolivia. Aparte del centro de
distribución de La Paz, contamos con un terreno de 60.000 m2 en el Parque
Industrial Latinoamericano (Pilat), donde vamos a desarrollar el centro
logístico y de distribución de la cadena y almacenamiento de frío y otros
servicios que requieran los clientes, como almacenaje a la intemperie y acopio
de sustancias peligrosas. También vamos a mejorar la infraestructura que
tenemos en Cochabamba y potenciar las operaciones en el eje troncal. En Bolivia
hay un amplio camino por recorrer en el tema de inversiones peruanas.
—¿Cómo ven la infraestructura logística en
Bolivia? Hay que seguir invirtiendo en infraestructura terrestre.
Las vías de acceso tienen que conectar a todos los departamentos y las ciudades
de Bolivia, no solo el eje troncal. La infraestructura carretera permite crecer
en un aspecto logístico, los camiones se malogran menos, llegan en mejores
tiempos a destinos y se reducen los costos logísticos. Hay que invertir en
infraestructura aeroportuaria para conectar la vía aérea con la terrestre y
concretar un hub logístico. Bolivia tiene un gran potencial competitivo.
Fernando Rojas Moreno para El Deber de Bolivia 01/08/17