Petroperú sobre salida de CEO: Es adversa, pero tenemos que voltear la página
ENTREVISTA. El presidente del directorio de la petrolera,
Luis García Rosell, explica la salida de César Ramírez de la gerencia general, y
adelanta que promoverá una ley para cambiar la forma de elegir al
directorio.
Por Karina Montoya
Petroperú arranca agosto sin CEO. ¿A qué se debió la
salida de César Ramírez? Las razones que César me manifestó [para
dejar el cargo] son estrictamente personales. Recibió una oferta ventajosa para
sus intereses y, luego de meditarla, optó por ella. Esa es la única razón que
explica su salida.
¿Hay otra forma de interpretar esta salida que no sea
la falta de capacidad de Petroperú para retener a profesionales en puestos
claves? Ese es un problema complicado de la empresa: hay un rango
salarial determinado, con un nivel [de exigencia] alto de entrada, pero el nivel
[salarial] más alto es, en realidad, bajo. Para contratar personal capacitado,
sobre todo en posiciones claves, se tiene que ir más allá de lo económico.
Tenemos que lograr convencer a profesionales que el beneficio que recibirán no
es sólo económico, sino una satisfacción de contribuir a una empresa importante
como Petroperú.
¿Cómo se aplica ello al caso de Ramírez? ¿Cuánta
fricción generó su salida, según se señaló en algunos medios? Las
razón de su salida es que aceptó otra oferta laboral. Mi relación con él es
cordial y correcta. Sin embargo, eso no significa que su salida no me haya
mortificado. Claro que es adversa para la empresa, pero tenemos que voltear la
página. Petroperú no lo hace una sola persona, sino un equipo de gente que tiene
que mostrar compromiso y actuar en consecuencia. Lo importante es darle
sostenibilidad a la organización, y estamos trabajando en eso.
El 19 de agosto habrá otro CEO interino. ¿Hay algún CEO
definido ya? Hemos señalado que el gerente de refinación asumirá la
gerencia general como encargatura. La razón es simple: elegir un gerente general
requiere no sólo la revisión del perfil, pues tendremos que hacer ajustes
respecto al anterior, sino que de ahí viene la búsqueda y las entrevistas.
Luego, está la etapa de aprendizaje del negocio, que puede durar entre cinco a
seis meses. Estamos nombrando al CFO, Carlos Linares, hasta el 18 de agosto,
pues el gerente de refinación, Esteban Bertarelli, está de vacaciones. Él tiene
muchos años en la organización, y lo que necesito ahora es estabilidad y alguien
que conozca el negocio.
¿Qué nos garantiza que se encontrará a un próximo CEO
“comprometido” con la empresa? Petroperú tiene muchos problemas, y
uno de ellos es la rotación de posiciones claves. Separaría este evento en dos
partes: cómo blindar a Petroperú y este proceso puntual [de búsqueda de un nuevo
CEO]. El blindaje de Petroperú amerita una ley del Congreso. Cuando entra un
nuevo gobierno, incorpora un nuevo directorio, y éste, un nuevo CEO. Y la
gerencia y el directorio entrantes responsabilizan a la gestión anterior de
todos los problemas.
Creo que Petroperú debería designar a su directorio a la mitad
del gobierno de turno, por un periodo de cinco años. De esta forma, el
directorio puede tener la segunda mitad del gobierno de turno y la primera mitad
del gobierno entrante para lograr continuidad. Otro punto es la designación del
directorio. La mitad de los directores debería ser designada por la sociedad
civil, y la otra mitad por las instituciones del Estado, al margen de si son
cinco o siete directores.
¿Cómo se da la renovación actual del directorio? ¿No
hay reglas para renovarlo? El directorio tiene una duración de tres
años, pero la junta de accionistas [MEM y MEF] tiene la facultad de convocar a
una junta y nombrar un nuevo directorio cuando lo estime conveniente. Si eso se
hace a través de una ley, para tener continuidad, y con lineamientos
determinados [que debe cumplir el directorio], se le puede blindar de forma
similar al BCR.
¿Por qué sería conveniente involucrar a la sociedad
civil en la elección del directorio? ¿Cómo sería? Esa es una idea.
Pero le daré un ejemplo. Los miembros de un directorio deben tener ciertos
perfiles: siempre es bueno que haya un abogado, alguien conozca el sector y
alguien que conozca de finanzas. Usaré el caso de los abogados. De esta forma,
el gremio de abogados debería decir “propongo a estas personas para contribuir
con Petroperú, dentro del perfil que me han pedido”.
¿Podría el Congreso postular candidatos al
directorio? Si separamos a la mitad para la sociedad civil y la otra
mitad para entidades del Estado, está claro que el gobierno tendrá que hacer una
propuesta. Seguro alguien del MEM y del MEF, y el Congreso tal vez querrá
proponer un director. Se busca la sumatoria de profesionales con experiencia que
tengan como objetivo blindar la compañía hacia futuro.
¿Ha conversado esta propuesta con el Ejecutivo o el
Congreso? Cuando llegamos como nueva administración, identificamos
problemas estructurales e inmediatos. Nos centramos primero en los problemas
inmediatos. Petroperú era como una persona atropellada por un bus, y había que
centrarse en los problemas inmediatos: Talara y el Oleoducto Norperuano. Entre
los temas estructurales, el primero era el blindaje. He conversado con
congresistas y otras personas del gobierno sobre la conveniencia de blindar a
Petroperú. Si no, la dejamos expuesta a apetitos políticos futuros.
¿Qué recepción ha tenido? ¿Estamos hablando de ambas
bancadas, de Fuerza Popular y la oficialista? Sí. Ha sido muy
positiva. Soy optimista en general, pero no por eso pierdo objetividad. He
conversado con varios congresistas, y en términos generales, todos han tomado la
iniciativa con muy buen apertura.
En la coyuntura actual, ¿qué tan urgente es que esta
propuesta tome forme y se debata en el Congreso, por ejemplo, en la siguiente
legislatura? Bajo el principio que señalo, que [la renovación del
directorio] sea a mitad del gobierno, nos quedaría año y medio para que se dé.
Creo que sería bueno que se le dé el espacio que corresponde. Petroperú es una
empresa que mucha gente ataca, con o sin razón, y requerimos blindarla.
UN PROPÓSITO PARA TALARA
El objetivo de la refinería de Talara es que se
extraiga más petróleo del país, pero si ello no se da, se importaría el crudo.
¿Cuál es el objetivo de ‘poner en valor’ el petróleo del país? Esto
no es blanco o negro. Primero, Petroperú está cumpliendo la Ley 30130, que
declaró de interés nacional la refinería. Segundo, a nivel político, está la
pregunta de si la refinería se debió parar o no. En septiembre [del 2016] había
US$1,600 millones invertidos, y órdenes de compra por US$500 millones más. Parar
Talara implicaba pagar US$2,100 millones en deuda. ¿Quién iba a tomar esa
decisión? Mi lectura es que nadie.
Tercero, el componente de negocio. Estamos tratando de que la
inversión [en Talara] sea la menor posible. El costo lo sabremos en el cuarto
trimestre. En los flujos, lo relevante son los ingresos. Éstos dependen del
precio del petróleo y el tipo de cambio. En junio del 2013, cuando se inició el
proyecto, el precio del barril estaba US$105, y hoy está en US$47. Tenemos que
asumir que el precio se va mantener.
La refinería de Talara no se ha hecho para importar petróleo,
eso es relativo. Nuestro interés como empresa y país es desarrollar la actividad
petrolera en la Amazonía, y nuestros pozos serán prioridad. Supongamos que no
hay reservas en el país. Hay países que no tienen petróleo pero tienen
refinerías: Chile y España son dos ejemplos. No pretendo justificar la
refinería. Lo que señalo es la realidad de otros países.
¿Cómo va el cierre del financiamiento? La
inversión es de US$5,400 millones: unos US$1,150 millones son recursos propios y
el resto es financiamiento. La empresa había pensado que el costo [de los bonos]
sería 6.5% , pero hemos logrado tasas menores. Ahora se vienen US$1,250 millones
con garantía del gobierno español que, asumimos, no costará más de 4.1%.
¿Cuál es la tasa de retorno que finalmente dejaría el
proyecto? Se está considerando una tasa de 7.5%, que toma en cuenta
los US$5,400 millones [de inversión] y la proyección futura [de flujos]. Cuando
llegamos [a Petroperú], la proyección estaba basada en un precio de petróleo más
alto. Lo que dije fue: “pongan el precio vigente, pues prefiero ser
conservador”. Estamos tratando de maximizar todo el valor que se puede
maximizar.
¿Puede Talara pasar a ser un proyecto que se hace
“porque no hay de otra” a uno que va a servir más allá de
nacionalismos? Pienso que no había otra salida. Varias veces me han
preguntado si hubiese invertido en Talara o no. Tendría que considerar varios
factores de ese momento, y es especulativo. Lo cierto es que encontramos una
situación y estamos tratando de sacarle el máximo valor posible. Políticamente,
nadie iba a parar este proyecto. Si el precio del petróleo sube o no, no lo
controlamos. Estamos en precios bajos y esperemos que no baje más.
¿DE VUELTA AL UPSTREAM?
Petroperú busca operar el lote 192 [exploración y
explotación] pese a que Perupetro lo ha descalificado para ello. ¿Por qué la
calificación sería distinta al asociarse con Frontera Energy? Desde
una óptica de negocio, la preocupación de Perupetro es que Petroperú no tenga la
capacidad operativa y financiera de operar sólo ese lote. Y razón no le falta.
Nuestros flujos están comprometidos con la refinería de Talara. La exploración y
explotación petrolera es riesgosa y costosa, y no seríamos responsables si vamos
solos. En la parte operativa, ¿hace cuántos años de Petroperú no desarrolla esta
actividad, 20 o 25 años?
Hemos tenido conversaciones con Frontera Energy por un buen
tiempo. Es una empresa que se ha reestructurado y tiene el lote 192 por 18 meses
más, y hemos llegado a acuerdos preliminares interesantes [para operar el lote].
Hemos planteando nuestra propuesta de regalías y plan de trabajo. Si lo aprueba
Perupetro, faltaría la aprobación de los directorios de las empresas.
¿Cómo se afectarán las utilidades de Petroperú? Un
joint venture implica que compartirán las ganancias… Para ver cómo
funcionará esta asociación, hay que hacer un corte a diciembre del 2020 o enero
del 2021, cuando la refinería de Talara opere. Hasta diciembre del 2020,
Frontera hará las inversiones por cuenta nuestra en el porcentaje que nos
corresponda [en la asociación], y esa cuenta se irá acumulando. Si esto tiene
éxito, Frontera cobrará los beneficios por lo que no hemos invertido.
Si no funciona, no habremos arriesgado. Pero si la situación
fuese distinta, estamos viendo mecanismos para no afectar la caja de Petroperú.
Ahí veremos si diluir nuestra participación o buscar otro mecanismo. La idea es
que no nos afecte en el corto plazo.
Entrar al upstream era un objetivo del gobierno
anterior. ¿Se apunta a esta visión ahora? El gobierno puede haber
querido hacer muchas cosas. Yo tengo que ser responsable. El principal rol de
Petroperú es asegurar el abastecimiento de combustible en todo el país. En este
directorio creemos que necesitamos un operador con los recursos y expertise para
trabajar en el lote 192.
Éste fue un lote que Perupetro quiso adjudicar hace un tiempo.
El proceso quedó desierto y se lo asignó a Frontera. Es lógico que Frontera no
haga mayores inversiones si lo va a tener sólo por 18 meses más. Entonces, habrá
un declive en la producción de ese lote, y el riesgo que tenemos es no conseguir
un operador al mes 18. Para nosotros es importante concretar esto pronto, porque
nos dará volumen para mover en el oleoducto.
¿No estaba previsto el riesgo de no conseguir operador?
Parece que Petroperú tiene que entrar al rescate… Viéndolo como
sector, y por la responsabilidad que le corresponde a Petroperú, todos tenemos
claridad de que la producción petrolera viene cayendo. Seguir como estamos no
tiene sentido. Tengo mucha expectativa de que en la nueva presidencia de
Perupetro hay claridad de que su rol es incentivar la actividad de hidrocarburos
más que generar regalías.
El MEM ha venido trabajando un proyecto de Ley Orgánica de
Hidrocarburos, con plazos largos de operación de lotes y regalías bajas en
función al volumen y el precio [del petróleo], lo que incentiva la inversión. Si
esto no se da, no podremos hacer la modernización del oleoducto.
Priorizar la explotación y exploración local depende de
un cambio regulatorio. ¿No le parece riesgoso para todo este plan de
Petroperú? El gobierno es consciente de que si no modifica las
regalías y los plazos de los lotes, el valor de la Amazonía no saldrá a flote.
Si esto se da, como en Colombia, habrá más volumen de petróleo para modernizar
el oleoducto y abastecer la refinería con recursos propios.