La
lealtad y la fraternidad eran dos de los valores que siempre
fueron distintivos en el viejo partido aprista. La famosa disciplina
aprista era la contraparte de la defensa de ese principio. Esos eran los viejos
tiempos, en que la mística guiaba a los compañeros en las largas épocas de
persecución en que el partido aprista estuvo fuera de la Ley. La grandeza de
Víctor Raúl Haya de la Torre y su magnanimidad fueron el sostén con lo que se
marcó con fuego la historia del Siglo XX. Pero todo ello parece parte del
pasado. Los buenos tiempos que vinieron cuando el Apra llego al poder dos
veces de la mano de Alan García Pérez posibilitó también la aparición de
personajes del entorno del nuevo líder, que reemplazaron a los viejos
liderazgos. Jorge Del Castillo, Enrique Cornejo y Hugo Otero entre otros fueron
los que tomaron los puestos de vanguardia gracias a su cercanía a AGP.
Los
amigos de García eran quienes formaban el cogollo que tomaba decisiones. Fue un
grupo que se mantuvo férreamente trabajando juntos y unidos por más de
treinta años. Pero todo tiene su final, nada dura para
siempre.
Primero,
se lanzó contra AGP su exsecretario Enrique Cornejo y ahora el expresidente
recibe flechas desde su entorno más cercano. El reciente Congreso aprista ha
traído más de un enfrentamiento entre los compañeros en defensa de sus
diferentes bandos. Jorgistas, enfrentados a los seguidores de Mauricio Mulder,
chunchistas contra los excuarentones supuestamente financiados por los
trujillanos. Sin embargo el que mas ha llamado la atención, ha sido el mensaje
de Hugo Otero, otrora asesor de absoluta confianza de Alan García. Desde su
cómodo despacho de embajador del Perú ante Ecuador (nombrado por
el presidente PPK), el famoso marketero de AGP, que se ha atribuido sus
dos victorias electorales (mismo Favre), a través de sus redes sociales, ha
lanzado un mísil contra el propio Alan y su conducción partidaria:
EL NUEVO (y quizá el
último) C.E.N. DEL PAP
Ahora lo único que
queda a esos dirigentes es acercarse a Alan García, no porque lo quieran; lo
necesitan pues pretenden seguir usufructuando de algunas candidaturas al
congreso,gobernaciones y alcaldías en su
alocado sueño por una exitosa "carrera política". García, quien se siente nuevo
jefe del Apra, los va a acoger pues él también los necesita. Juntos suman los
restos miserables de un gran partido. El pecado mortal de nuestra generación
fue separar al Apra del mundo popular o, por el contrario, hacer que el mundo
popular se nos aleje y desconfíe. Es el error político fatal y sin posibilidad
de enmienda; es más grave que incurrir la corrupción, pues esta
últimase puede juzgar y condenar, pero
jamás la traición a los valientes que dieron su existencia
ysu vida en el combate por la justicia
social. (Hugo Otero)
La respuesta indignada del mismísimo Alan García no se ha
dejado esperar.En un mensaje
dirigido a los principales dirigentes del partido de Alfonso Ugarte, le ha
recordado todos los cargos por los que usufructuó Otero en los dos gobiernos
apristas, entre ellos los de embajador en Chile y en Francia. Sorprendido por
las críticas de Otero, lo llama “El sinvergüenza que ha vendido su cercanía a
la presidencia para vender favores a la Telefónica y a Buenaventura”. Y
recuerda algo que era un secreto partidario: “El ha vivido veinte años en la
casa que el partido le regaló”. Para terminar lapidándolo con una acusación de
traición: “así paga la embajada en Ecuador a
PPK”.