Señales al mercado - Por Juan Carlos Valdivia - EL MONTONERO
Columna
Señales al mercado
11 de Julio del 2017
De que el
modelo económico se mantiene incólume
Se
ha generado la sensación de ingobernabilidad. La victimización que han hecho
voceros del Gobierno, respecto a un supuesto obstruccionismo, ha sido repetida
por activistas en el periodismo y la opinión, generando un ambiente de confusión
en empresarios e inversionistas. Si a esto sumamos las erradas decisiones
económicas tomadas por el ministro Thorne y el embate de esos dos grandes
tsunamis que fueron la corrupción brasileña y El Niño Costero, tenemos la
explicación de que la economía esté parada, y la confianza en lo que haga el
gobierno decreciendo.
Por
ello es importante dar al mercado las señales de estabilidad política. En ese
orden de ideas, es importante la reunión del presidente Kuczynski con la líder
de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Si de esa reunión salen unos pocos acuerdos,
que permitan iniciar rápidamente inversiones en infraestructura y con ello echar
a andar la rueda de la economía, y si además se logra una agenda mínima de
normas que deban ser aprobadas por el Congreso en el siguiente año, entonces
estaríamos dando predictibilidad al trabajo de ambos poderes del
Estado.
Este
primer año, lo han reconocido desde el Ejecutivo, ha sido uno de aprendizaje de
las formas democráticas. Desde 1968, siempre el presidente o jefe de Estado tuvo
la decisión en el Estado. En los setenta por la dictadura militar; en el
quinquenio que se inicia en 1980 el belaundismo tuvo mayoría en diputados y la
logró en el Senado gracias a la alianza con el PPC. A partir de 1985, Alan
García era la voz cantante por la mayoría obtenida (hasta la estatización de la
banca). En 1990 Fujimori no tuvo mayoría, en 1992 dio un golpe de Estado y a
partir de ese momento —y desde 1993 por sucesivas elecciones— tuvo la decisión
hasta el año 2000. En este siglo, Alejandro Toledo tuvo mayoría gracias a su
alianza con Olivera; en el 2006 Alan García construía mayorías hacia la
izquierda o hacia la derecha según le conviniera; y en el 2011 Humala contó con
el respaldo del toledismo para poder gobernar. Es casi medio siglo en que nos
hemos acostumbrado a un presidente con plenos poderes, y que ordenaba en el
Parlamento, convirtiendo a este en un órgano “muy
colaborador”.
En
entrevista publicada el domingo, el vocero oficialista reconoció que el
fujimorismo les había permitido obtener todas las leyes que el Gobierno había
solicitado. Sin embargo, como ya lo señaló el premier Zavala, la democracia
peruana no ha estado acostumbrada al estilo de control político que ha venido
ejerciendo el fujimorismo.
La
reunión de hoy debe servir para aclarar algunas cosas y acordar otras pocas;
pero fundamentalmente para dar señales al mercado de que hay un acuerdo
político, que el modelo económico se mantiene incólume y que la economía peruana
comenzará a retomar la velocidad acostumbrada en la década
pasada.