Sinceramiento de los estándares ambientales para La Oroya
El próximo 10 de marzo será la subasta de los activos
de Doe Run Perú en Liquidación. Estos activos comprenden: el Complejo
Metalúrgico de La Oroya (CMLO) y la mina Cobriza en Huancavelica, además de 38
concesiones mineras en La Oroya y otras 58 concesiones mineras en Huancavelica.
El CMLO tiene circuitos de procesamiento de zinc, plomo y cobre; este último
incorpora un circuito de metales preciosos.
El principal obstáculo para la subasta es que si el
CMLO entra en funcionamiento, no se cumpliría con el exigente Estándar de
Calidad Ambiental (ECA) de dióxido de azufre (SO₂), que en La Oroya es de 80
µg/m³, mientras en países como Australia, Chile, Canadá o EEUU, va desde 210
µg/m³ hasta 360 µg/m³.
La ministra del Ambiente, Elsa Galarza, dirige un
grupo de trabajo para “sincerar” los estándares ambientales de aire, agua y
suelo. Muchos le han sugerido “relajar” el ECA de SO₂ en La Oroya y situarlo a
niveles superiores de 200 µg/m³, como es en el extranjero en países que tienen
refinería de cobre.
Los trabajadores de Doe Run Perú tienen una acreencia
de US$ 35.6 millones y ellos tienen el primer orden de prioridad en cobrar el
total de su deuda cuando se subasten los activos, por eso son también los más
insistentes en que la ministra Galarza apresure el trabajo de su grupo, porque
ella ha anunciado que recién el 17 de marzo se prepublicarán los cambios en la
calidad de aire, es decir, una semana después de la subasta, razón por la cual
se teme que este quede desierta.
A los trabajadores de Doe Run les parece raro, que los
proveedores mineros, que tienen una acreencia de US$ 101 millones, están de
acuerdo con el sinceramiento del ECA de SO₂,
porque hace cinco años, cuando la empresa era controlada por el empresario
norteamericano Ira Rennert, eran contrarios a que se modifique el ECA, siendo
esta una de las razones por las que no se aprobó en ese entonces, el Pla de
Reestructuración de la empresa.