El exministro de Energía y Minas Eleodoro Mayorga estaba en
el ajo cuando se subastó frustrado megaproyecto en el 2014.
Entrevista: Marco Zileri / Caretas
23/02/17
Esta semana los expresidentes Alan García y Ollanta Humala
rindieron su instructiva ante la Segunda Fiscalía Anticorrupción a cargo
de Reynaldo Abia sobre el Gasoducto Sur Peruano. El contrato de concesión
por US$ 7,300 millones fue resuelto a fines de enero por el Ministerio de
Energía y Minas debido que no cumplió con el multimillonario cierre
financiero.
El proyecto fue adjudicado a un único postor en julio del 2014
durante el gobierno de Ollanta Humala: el consorcio Latin Invest (Odebrecht) –
Enagás. Proinversión descalificó al segundo postor, el consorcio Gasoducto
Peruano del Sur, integrado por las empresas GDS Suez, Tecpetrol, TGP y
Sempra, el mismo día del concurso. Resulta que ocho minutos antes de la
presentación de los sobres –y fuera de los plazos– el postor informó del súbito
cambio de composición del consorcio. Sustentado en dos informes legales,
Proinversión lo descalificó despejando la cancha a Odebrecht y su socio
español.
El Gasoducto Sur Peruano no figura en la lista negra de
proyectos de infraestructura cuya licitación Odebrecht ha confesado que ganó
porque sobornó hechos públicos a la fecha. Pero quién le cree a los
brasileños a estas alturas del partido. El exministro Eleodoro Mayorga, titular
de Energía y Minas cuando se subastó el gasoducto, defiende el proceso de
licitación contra viento y apanado.
¿Descarta que hubiera corrupción en la subasta del
gasoducto sur peruano? –El proceso tomó 16 meses, no fue un proceso
apurado como se ha dicho, desde la convocatoria, la elaboración de las
bases, la calificación de postores, el cambio de la directiva del comité.
Tuvimos tres postores calificados, tres consorcio de siete empresas. Todo
funcionó normalmente, hasta que se entró al concurso, y momentos
antes de la entrega del segundo y tercer sobre, la oferta técnica y económica,
surgió esta carta de GDF Suez que crea un desconcierto. Si hasta ahí uno
juzga este proceso, fue correcto.
–¿Qué pasó?
–La verdad que me desconcierta. ¿Cómo empresas como Sempra, GDF
Suez, TGP y Tecpetrol (subsidiaria de Techint) a sabiendas de los plazos,
después de haber tenido una prórroga, deciden poner esta carta que cambió la
composición del consorcio?
–Según el Informe Pari del Congreso sobre Lava
Jato, el consorcio Gasoducto Peruano del Sur fue descalificado
irregularmente.
–Ellos se autodescalificaron, ellos sabían muy bien que los
plazos para consorciarse ya habían vencido. Ellos pidieron extender ese plazo y
en una primera intención se les concedió. Si su oferta hubiera sido
ganadora, ellos podían después tranquilamente cambiar su participación siempre y
cuando mantuvieran el 25% del operador calificado.
–¿Por qué Suez redujo súbitamente su participación en
el consorcio descalificado?
–Yo creo que merece una investigación, hay que
documentarlo.
–El Comité de Proinversión otorgó plazo de 72 horas
para subsanar, pero los descalificó antes.
–Esto lo argumentan dos estudios legales. Posteriormente otros
estudios opinaron igual.
–¿La primera dama Nadine Heredia intervino en su
nombramiento como ministro de Energía?
–Eso viene del colaborador eficaz, reservado en principio. La
verdad que son conjeturas, ninguna prueba. ¿Cómo puedo saber si ella
intercedió ante el Presidente por equis razones para que me llamara y me
convocara a ser ministro? Ni idea.
–¿Tiene idea de quién es el colaborador
eficaz?
–El colaborador eficaz en su testimonio dice que él estuvo muy
cercano al núcleo del gobierno hasta fines del 2013, y mi nombramiento es en
febrero del 2014. Y él dice que los sucesos después que salió del circulo lo he
corroborado por informaciones periodísticas.
–¿Cómo lo nombraron ministro?
–Yo regresaba un lunes de la playa tranquilo y recibí una
llamada de Palacio de Gobierno porque el Presidente quería conversar
conmigo.
–¿Usted tenía vinculación con el presidente
Humala o con la Primera Dama?
–Con nadie.
–¿Por qué aceptó el cargo de ministro?
–Uno entra a esto con toda la buena voluntad de servir al país.
Yo estaba al final de mi carrera. Dije, ¿por qué no aportar? Además yo
publicaba activamente, ahí estas mis artículos en CARETAS, La República,
El Comercio sobre qué cosas deberían avanzar, qué proyectos eras prioritarios y
por qué.
–A usted le toca el proceso final de la concesión y se
reunió con los postores.
–La convocatoria al proceso se da a comienzos del 2013. Durante
todo ese año el ministro Jorge Merino, el equipo del Ministerio de Energía y
Minas y el equipo de Economía y Finanzas, con base en la ley 29970, aprobada por
mayoría por el Congreso, organizan las bases del concurso. Cuando yo he llegado,
las bases ya estaban casi listas. Viene la precalificación y quedan tres
consorcios. En ningún momento, y están los testimonios de los miembros del
Comité, tanto en la época de Lecarnaqué como en la época de Ramírez, ellos
sienten ninguna injerencia política. Ellos deciden paso a paso y cada vez que
necesitan una consulta se acercan al Consejo Directivo, que éramos cinco
ministros. Los concursos se llevaban de manera transparente, todos los
documentos son publicados. En estos concursos no hay cosas debajo de la mesa,
todo es público.
–¿Consultaba Ud. con el presidente Humala?
–Yo informaba al Presidente el avance que se tenía. Su
preocupación era la fecha 30 de junio (del 2014), porque el proceso había tenido
varias postergaciones, y qué pensaba el sur del país. Fui muchas veces al
Cusco a explicar cómo iba el proyecto.
–¿La Primera Dama intercedió en algún momento,
estuvo presente en los Consejos de Ministros o de alguna manera hizo saber
su inquietud sobre la materia?
–En ningún momento.
–El costo inicial de Kuntur del gasoducto sur peruano
fue US$ 1,200 millones. ¿Por qué escala a US$ 7,800 millones?
–Hay una comparación muy grosera entre lo que es el proyecto
Kuntur, proyecto que data del 2008 del gobierno aprista, y el Gasoducto del Sur.
El GSP, son cifras del 2014, incluye construcción, operación y
mantenimiento por 30 años. El proyecto Kuntur solo incluye
construcción. Es como comparar el precio de un automóvil sedán con el
precio de una 4x4 con un leasing por 30 años asegurado en operación y
mantenimiento.
–De acuerdo con el Informe Pari, el GSP aumenta a US$
7,800 “sin sustento que justifique el incremento”.
–A diferencia del proyecto Kuntur que no contaba con ninguna
ingeniería, en el GSP se tiene la ingeniería de Foster Wheeler, uno
de los grandes en ingeniería en este tema, y se tiene la opinión económica de
Wood Mackenzie, que son los que calculan esta cifra tope de US$ 7,800
millones.
–¿Siete veces más?
–En el momento en que Kuntur le ofrece a Petroperú una
participación, Petroperú busca una consultora para que le revise qué significaba
este proyecto en términos de inversión. La empresa Gulf Interstate
Engineering dice que el proyecto Kuntur cuesta US$ 4,800 millones. A
su vez, estamos hablando de concesiones muy diferentes. El GSP no es sólo el
gasoducto sino además tiene un sistema redundante a la salida de Camisea. Este
sistema crea dos anillos de redundancia, uno para el gas y el otro para los
líquidos, y después el sistema tiene una serie de componentes adicionales como
el ramal a la planta térmica de Quillabamba, etc. Hoy día la viabilidad de
nuestro sistema energético es que tenemos una sola salida de Camisea, Dios
quiera que no se nos rompa; el día que venga la ruptura, nos quedamos con la
tercera parte de electricidad menos en el sistema y comenzamos hacer cortes con
un costo elevadísimo.
–¿De manera que no es correcto que no había un sustento
técnico?
–Por supuesto. Lo otro es a la hora que se hace el
concurso el consorcio de Odebrecht - Enagas pone una oferta de US$ 7,328
millones y el consorcio que se autodescalifica, donde está Techint –ojo
que Techint es uno de los que más conoce de gasoductos y tubos a través de
la cordillera– pone US$ 7,230 millones, menos del 2 % de diferencia. No es
que la cifra estaba tirada del aire, estamos hablando de cifras muy
comparables.
–El consorcio descalificado sostiene que “nos cerraron
todas las puertas y la única vía que nos quedaba para hacer respetar nuestro
derecho era la judicial”.
–El consorcio pudo haber impugnado su descalificación, pero no
la buena pro, y no lo hizo. Tampoco fueron a la vía judicial como
consorcio, Suez se retiró. Los que fueron son los otros tres. Como esta
acción de amparo tenía poco sustento, tuvieron que buscar otra
segunda acción que recibió la causa ahora solo planteada por Sempra y
Techint.
–¿Y cuál ha sido el resultado de ese
proceso?
–ProInversión ha apelado y estamos ahí.
–El Informe Pari observa que Kuntur –que pertenecía de
Odebrecht– pide la terminación del contrato una vez que se ha concretado la
subasta y solicita la garantía por 60 millones y se le paga.
–En el momento que Kuntur solicita la garantía, yo todavía
estaba en el ministerio, y se dice que no se le va a devolver y hay una
controversia. Se nombra a Alfredo Dammert, que fue director de Osinerming por
mucho tiempo, para que dé una opinión dirimente. Dammert opina que se le
devuelva la garantía en base a que es el mismo gobierno el que ha lanzado
la licitación y es completamente absurdo construir dos líneas paralelas.
Aun así el ministerio apela.
–¿Por qué?
–Es la procuraduría del ministerio, yo no estaba ya en el
ministerio. Lo que sé es que este caso llega a la Sala Comercial de Lima
que señala que la opinión del técnico era correcta y es recién en ese momento
que se le devuelve la garantía.
–En diciembre del 2015.
–Hace ya 10 meses que había salido del ministerio.
–¿Usted asesoró a Odebrecht?
Yo regresé al Perú del Banco Mundial en el 2010 y entré
como socio minoritario al estudio Laub & Quijandría. Odebrecht era uno
de los clientes, pero yo nunca tuve a mi cargo al cliente Odebrecht, porque eran
temas más bien regulatorios y legales. Yo no soy abogado. De ahí me
han echado el prurito de que soy asesor de Odebrecht.
–¿Usted asesoró a Kuntur?
–Kuntur también fue cliente de Laub & Quijandría, pero yo
tampoco estuve ligado a esa cartera. Yo soy ingeniero petrolero. Yo
veía el caso de las empresas petroleras.
–¿Por qué Guillermo Lecanarqué renuncia a la
presidencia del Comité de Proinversión encargado de la licitación dos meses
antes de la subasta?
–Lecarnaqué decide presentar su carta por razones personales y
profesionales y lo explicó a la comisión Lava Jato. En segundo lugar,
argumenta que creía que se podía aún dar un plazo adicional para
seguir buscando una mayor competencia dentro del concurso. Presenta su carta y
se va.
–Usted recomendó a Edgar Ramírez quien lo reemplaza en
el comité, pero se le ha relacionado con Odebrecht.
–Ramírez presentó un currículum bien detallado en el
cual aparecen los trabajos que hizo su empresa Latin Energy
para el proyecto Kuntur, pero también los trabajos que hizo para otra
empresas, una de ellas Trasportadora de Gas Internacional, que es uno de
los miembros del consorcio descalificado, hasta creo que por más dinero. Este es
un mundo muy pequeño. Aquí no hay 10 empresas que hacen tubos. La gente que está
en el mercado, que conocen estas cosas, reciben consultas a menudo.
Sugerí su nombre, pero la designación no es a dedo, es una designación de
los cinco ministros que conforman el Consejo Administrativo, con una Resolución
Suprema, que va del MEF a la firma del Presidente.
–Usted con años de experiencia en el sector privado y
en el Banco Mundial, ¿se sorprendería si se descubriera que la subasta fue
asignada a un único postor por corrupción?
–Yo sería iluso decir que a mí no me van a investigar. Es
obvio, las cosas que estamos viendo son increíbles y sorprendentes. Todo el
mundo pudo haber pensado que esto pasaba, pero ahora lo estamos viendo con
cifras, con hechos, con transferencia, con documentos. Yo creo que esta
investigación tiene que seguir, es obvio que se pongan las cosas sobre el
tapete y sean claras.
–¿Qué le sugieren a usted las versiones de
que se direccionó el proceso del gasoducto del sur?
–Para cualquiera que ha participado en procesos del
Estado, en el cual hay un comité que tiene que trabajar con un equipo técnico,
con un equipo legal, con consultores y postores; empresas grandes que
están vigilando día a día el avance de las bases y las condiciones del
contrato, en el contexto de ProInversión con cinco ministros,
se tenga a todo el mundo confabulando. Para mí es muy difícil de pensar
eso.
–¿Regresaría al ministerio?
–Ya se pasó la época de las aventuras.
NOTA: La versión original consignó por error que la garantía de
Kuntur en el gasoducto sur peruano era US$ 600 millones; la cifra fue US$ 60,7
millones.