Oficialista Moreno y opositor Lasso definirán presidencia de Ecuador en abril
El
candidato oficialista a la presidencia de Ecuador, Lenín Moreno, y el opositor
Guillermo Lasso se enfrentarán en un balotaje el 2 de abril, luego de que la
corte electoral reconoció el martes que ninguno de los dos conseguirá los votos
necesarios para ganar en primera vuelta.
"No
es posible", dijo el presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo,
respondiendo a una pregunta de un periodista sobre si los resultados del
escrutinio oficial podrían variar. "Tenemos una tendencia
marcada".
Con
el 95,7 por ciento de las actas escrutadas, Moreno, un administrador de 63 años
que padece de paraplejia, sumaba el 39,24 por ciento de los votos válidos frente
al 28,32 por ciento de Lasso, un ex banquero que busca por segunda vez la
presidencia del país.
Moreno,
ex vicepresidente del saliente mandatario Rafael Correa entre 2007 y 2013,
requería un 40 por ciento de los votos válidos más una diferencia de 10 puntos
porcentuales sobre Lasso para obtener un triunfo en primera
vuelta.
El
retraso en la proclamación de resultados oficiales finales de la elección
despertó incertidumbre y denuncias de fraude. Pero, a pesar de algunas
protestas, no se produjeron hechos violentos.
Los
ecuatorianos acudieron a las urnas el domingo para decidir entre la continuidad
del modelo socialista instaurado por Correa hace una década o un cambio de timón
hacia una economía de libre mercado.
A
pesar de la diferencia de más de 10 puntos porcentuales que separan a Moreno de
Lasso, el balotaje es un duro revés para el oficialismo que, liderado por
Correa, consiguió contundentes victorias en las urnas desde que asumió el poder
en el 2007.
Durante
su campaña, Moreno buscó convencer a sus seguidores con la promesa de continuar
el proyecto político de Correa, centrado en programas sociales, participación
activa del Estado en la economía y una mejor distribución de la
riqueza.
Sin
embargo, los escándalos que salpican a funcionarios cercanos a Correa en una
trama corrupta de la estatal Petroecuador y una red de sobornos de la brasileña
Odebrecht le restaron valiosos puntos.
"A
mí me fascina la idea de volver a estar en contacto con la gente", dijo Moreno,
nominado al premio Nobel de la Paz 2012, tras ser consultado sobre una eventual
segunda vuelta.
SEGUNDA
VUELTA REÑIDA
Por
su parte, Lasso, accionista del Banco Guayaquil, del cual fue presidente por
casi dos décadas, centró su oferta electoral en la creación de empleos,
reducción de impuestos, mayor inversión extranjera y la convocatoria a una
consulta popular para reformar la actual Carta Magna.
Y
logró el respaldo de casi un tercio de los 10 millones de ecuatorianos que
votaron, descontentos con las políticas de Correa y su estilo confrontacional,
así como con el manejo de la economía dolarizada golpeada por la caída del
petróleo.
Lasso,
de 61 años, ha pedido al resto de los seis candidatos opositores -que
obtuvieron, juntos, más del 32 por ciento de los votos- cerrar filas para
enfrentar a Moreno.
Sin
embargo, el banquero aún despierta recelo en parte de la población que lo asocia
con la crisis financiera de 1999, que obligó a miles de ecuatorianos a emigrar
dejando atrás un país sumido en el desempleo y la inflación.
"La
segunda vuelta es una nueva elección. No es cuestión de sumar o restar los votos
que se obtuvo en la primera vuelta", dijo a Reuters Blasco Peñaherrera, de la
encuestadora Market. "Hay que medir el comportamiento de los estratos populares
más deprimidos, que son quienes deciden. Será reñida la segunda
vuelta".
En
Ecuador y varios países de América Latina la izquierda retornó al poder hace
poco más de 10 años pero, a pesar de avances sociales, ha ido perdiendo apoyo
por escándalos de corrupción y mal manejo económico.
En
los comicios también se votó por renovar los 137 miembros de la Asamblea y los
resultados oficiales preliminares mostraban al oficialista Alianza País a la
cabeza con el 38,81 por ciento de los curules de asambleístas nacionales,
seguido de la alianza de partidos de centro derecha CREO-SUMA, que apoyó la
candidatura de Lasso, con el 20,70 por ciento de los
asientos.