Pluspetrol se opone al ducto de GLP Pisco-Lima porque su negocio es transportarlo vía marítima
A PPK le falta decisión política
ENTREVISTA. Experto afirma que la necesaria construcción del
poliducto para traer GLP de Pisco a Lurín ya no es un tema económico y gobierno
debe obligar a empresas extranjeras a pensar en intereses del país.
Luis Revoredo para Diario UNO
El investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
y experto en hidrocarburos, Jorge Manco Zaconetti, dialogó con el diario UNO
sobre el tema del poliducto Pisco-Lurín que permitiría transportar de manera
eficiente y a menor costo el GLP que Lima necesita. Habló fuerte y claro,
rompiendo una serie de mitos al señalar que el tema no es económico sino
político. Asimismo, destacó la importancia de esta obra de 240 kilómetros de
longitud, que permitiría transportar hasta 30,000 barriles de GLP por día, pero
que está trabada por intereses de empresas extranjeras que así pueden seguir
manteniendo una abusiva posición de dominio que va en detrimento de consumidores
y usuarios.
—Me resulta difícil pensar que un país productor y
exportador de hidrocarburos como el Perú pueda enfrentarse al peligro del
desabastecimiento de recursos energéticos porque se encuentra paralizada la
construcción del poliducto Pisco-Lurín, ¿podría explicarnos hasta cuándo
continuará esta situación? —El poliducto seguirá sin construir
mientras que el Estado no recupere la soberanía sobre el gas. Me refiero a que
mientras que el consorcio Camisea-Pluspetrol tenga la propiedad de las
moléculas; en este caso, la propiedad del gas de los lotes 88 y 56,
aproximadamente 90 mil barriles al día, de los cuales la mitad se transforman en
GLP, gas licuado de petróleo, en la planta de Pisco. Este gas licuado de
petróleo es traído por Pluspetrol desde Camisea después de pagar las regalías de
37.24% al Estado, por lo tanto son los propietarios.
—Pero el poliducto sería útil para que traigan el GLP
hasta Lurín. —Ellos son los que van a decidir en última instancia si
les conviene o no la construcción del poliducto. Este es un proyecto que está
aguantado desde 2004,porque en algún momento Graña y Montero, empresa muy
cuestionada, ganó una licitación para construir el poliducto, pero lo iba a
construir sin gas, sin los líquidos, sin GLP, porque Pluspetrol no le aseguraba
el abastecimiento; es decir, que sería una obra que no tenía futuro si no se le
garantizaba el insumo que tenían que transportar: el GLP, una mezcla de propano
y de butano cuyo propietario es el consorcio Pluspetrol.
—Entonces el mercado no sería abastecido debidamente,
¿verdad? —No, no. Digamos que hay un principio, el dueño de las
moléculas es Pluspetrol y si ese poliducto no es negocio para ellos, por más que
se trate de seguridad del abastecimiento para los usuarios, para la empresa en
la balanza pesa más su rentabilidad.
—¿Y, en todo caso, no sería mejor que el Estado asuma
la construcción del poliducto? —Desde ese punto de vista, ver la
construcción del poliducto como una inversión pública es el mismo problema
porque sea construido por el sector público y luego concesionado al sector
privado, o hecho por un privado, o lo que fuere, si no tiene asegurado el
suministro porque a Pluspetrol no le da la gana de abastecer, pues entonces no
le abastece.
—¿Por qué esa negativa? —Porque para ellos
el negocio es trasladar el GLP por vía marítima al Callao. Por eso nos cobran
entre 80 y 90 dólares por tonelada, abasteciendo prioritariamente a su prima
hermana o hermana mayor, que es Repsol. Entonces aquí estamos ante un mercado
distorsionado.
—¿A pesar de ser un país autosuficiente en
GLP? —Aprovecho la oportunidad de aclarar que de ser
autosuficientes en GLP, en los últimos tres años ya hemos perdido esa condición
y hemos pasado ya a ser importadores. Y en la medida en que no se produzca más
gas natural, por eso es importante que el Lote 57 y el Lote 58 produzcan gas
natural para que pronto el ducto norperuano tenga los dos tubos, el de gas seco
y el de líquidos, tal como tiene Camisea, que un tubo va hacia Lurín y otro va
hacia Cusco, y de la tubería de líquidos la mitad es convertido en GLP que es
traído en barcos y por eso la primera opositora a la construcción del poliducto
Pisco-Lurín es Pluspetrol porque le quita el negocio del transporte
marítimo.
—Dicho sea de paso, tampoco puede garantizar la
continuidad del abastecimiento de GLP a Lima, ¿no? —El GLP es traído
al Callao por barcos que tienen contratos a largo plazo con Pluspetrol. Pero el
transporte marítimo es al mismo tiempo un gran problema cuando se producen los
oleajes por cambio climático y los buques no pueden descargar el GLP…
—Bueno y es lo que ha pasado ya en el año
2015… —Sí, eso provocó una carestía artificial en Lima, donde hubo
que pagar entre 50 y 60 soles por un balón de 10 kilos de GLP.
—En efecto, y a partir de allí se volvió a hablar de
sacar adelante el tema del poliducto Pisco-Lurín, pero hasta la fecha
ProInversión no se pronuncia ni informa ampliamente sobre la situación en que se
encuentra esa obra… —Mire, ProInversión es un organismo que debería
desaparecer…
—¿Por qué? ¿Acaso no cumple con las funciones para las
que fue creado? —Primeramente, porque ha demostrado una mediocridad
espantosa, tanto en lo de Chinchero como en lo del gasoducto norperuano. Y,
segundo, que si bien no es una organización corrupta, está sometida a los
intereses empresariales y de los gobiernos de turno. Por eso ha perdido su
carácter técnico que es lo que se requería para que pueda promover las
licitaciones. ¿Y por qué no se hace el poliducto Pisco-Lurín? Sencillamente
porque no le conviene al principal interesado que tiene que abastecer de los
líquidos, de GLP.
—¿O sea que de verdad hay grandes intereses para que no
se construya el poliducto? —Por supuesto. Y hay que decirlo en forma
clara, como habla el señor (Abel) Camasca, el negocio es de Pluspetrol y Repsol
que tienen una posición importante porque a través de Sol Gas controlan más del
50% del mercado de GLP. Y actualmente tenemos una demanda de 55 mil barriles
diarios, pero la producción no llega a los 50 mil barriles y por eso digo que ya
hemos pasado a ser deficitarios, y de manera creciente porque GLP siempre se va
a necesitar por más que haya gas natural.
—Disculpe que insista, pero ¿acaso no le toca al Estado
garantizar la seguridad energética del país? —Estamos viendo un
Estado débil frente a una gran empresa como es Repsol. Entonces qué le vamos a
pedir al señor Pedro Pablo Kuczynski que se ponga los pantalones, cuando el
señor (Ollanta) Humala no se los puso. Además, estamos hablando de un proyecto
que tiene desde el año 2004. Entonces es una visión política en la cual creo yo
que el gobierno actual debería convocar y llamarlos al orden porque con el ducto
se pagaría un precio razonable por el transporte del gas.
—Así es, inclusive ProInversión ha reconocido que con
el ducto el GLP sería entre 10% y 15% más barato… —Claro, el
problema es que estamos asumiendo como ciertas una serie de perversiones y
distorsiones y abusos contra el consumidor. Para dar una idea, el precio del gas
natural más caro es el del Aguaytía, cinco dólares por millón de BTU, en
Pucallpa. Y el promedio del gas natural en Lima está en tres dólares, en Camisea
está a 2.72. Ahora, el 50% de un BTU de gas natural, si lo calculamos a cuatro
dólares, sería dos dólares y ese precio que corresponde al gas natural es
equivalente, en calor energético, a un balón de 10 kilos de GLP. Entonces, el
balón del GLP no debería costar más de 20 soles y aun así están ganando.
—Qué tal diferencia… —Claro, de 20 soles a
un rango de entre 31 y 37 soles que es su precio actual a pesar del derrumbe del
precio del petróleo, nos da una idea de la situación que está ocurriendo.
Prácticamente están abusando de los consumidores.
—Es lo que las plantas envasadoras están denunciando
como abuso de posición de dominio, ¿no? —Es un abuso, te cargan una
serie de costos. Para empezar, el precio internacional del petróleo está a 50
dólares el barril, pero el insumo fundamental para hacer GLP en este país no es
el petróleo sino los líquidos de gas natural que producimos en Camisea, Lote 56
y Lote 88; en Talara, Lote Z-2B, y Aguaytía, en Ucayali. Pero el gobierno fija
el precio del GLP en base al petróleo y no en base a los líquidos del gas
natural como debe ser aquí, y esa situación también la reproduce Osinergmin con
sus precios de referencia y como quien dice cuánto cuesta un barril de petróleo
en Estados Unidos traído al Callao, lo cual es un ejercicio inútil porque
nosotros producimos aquí los líquidos del gas natural que es el insumo
fundamental del GLP.
—¿Desde allí nos están aumentando el precio del
GLP? —Desde el saque ya están aumentando los costos y el pagano es
el usuario final. Por eso una alternativa desde el año 2004, era la construcción
del poliducto, por seguridad energética, por afianzamiento, para evitar el
problema de las marejadas porque en nuestro país de los 365 días un tercio son
las marejadas que impiden las descargas de los barcos.
—Bueno, ¿pero qué significa todo esto? —Desde este punto de vista, el tema ya es político, no es económico. Es
decisión del gobierno de sentarse y obligar a una empresa como Pluspetrol a
velar por los intereses superiores.
—¿Qué le pediría a las autoridades? —Qué le
puedo pedir al ministro (Gonzalo) Tamayo Flores, cuando antes de ser ministro ha
sido asesor de Repsol, como gerente de Macroconsult. Qué le voy a pedir, cuando
antes de ser ministro era asesor de Odebrecht, asesor de Graña y Montero; es
decir, de las empresas que están en el Consorcio Camisea, y cuando tenga que
dejar el cargo de ministro de Energía y Minas retornará a Macroconsult, entonces
qué le voy a pedir.
—Entonces, parece que seguirá trabado el tema del
poliducto, ¿verdad? —Por eso yo digo que tiene que haber una
solución política y, en tal sentido, el fujimorismo, que actualmente es mayoría
parlamentaria, tiene que tomar cartas en el asunto, si de verdad tiene
preocupación por los sectores populares como dice.
ADEMÁS El gas licuado de petróleo
(GLP) puede producirse del gas natural (GN) y del petróleo. El gas natural es la
opción más económica dado que contamos con grandes yacimientos gasíferos.
Actualmente, el 96% del GLP que consumimos proviene de Camisea.