Exportación de Gas Boliviano: La credibilidad en tela de juicio, por César Gutiérrez
En los últimos días ha ocupado nuevamente espacio en la
prensa internacional, la noticia de los incumplimientos de suministro de gas
natural desde Bolivia, aducidos por la estatal argentina Enarsa, a raíz
del cobro de una penalidad por parte de ésta última. El problema data de mayo
pasado y la realidad fue que el abastecimiento argentino tuvo que ser cubierto
con importaciones desde Chile, país que a su vez lo importa como gas natural
licuado y lo regasifica en plantas que tiene en las regiones de Antofagasta y
Valparaíso.
La versión boliviana, sostenida por el Ministro de
Hidrocarburos, es que están en capacidad de atender la exportación tanto a
Brasil como Argentina, sin dificultades. Ante un hecho concreto, que durante el
período comprendido entre mayo y agosto de este año, Argentina se haya
visto en la necesidad de importar desde Chile, deja dudas de las afirmaciones
del Ministro.
La gran interrogante es ¿qué certeza tienen Brasil y Argentina,
importadores de gas natural desde Bolivia, que no ocurran problemas futuros en
el abastecimiento? Lamentablemente ninguna. El tema de fondo es que en regímenes
políticos donde se practican nacionalizaciones de recursos y/o se abastece el
mercado interno a precios subsidiados, ocurren tres cosas: la demanda interna
crece significativamente, no se invierte lo suficiente en exploración y
ampliación de capacidad de producción y las estadísticas oficiales pierden
credibilidad; que es lo que está ocurriendo con la industria del gas en
Bolivia.