Por el bajo costo, agricultores de Camaná no cosecharon la
cebolla y prefirieron enterrarlo. EL 80% quedó endeudado.
La campaña chica para los agricultores de Camaná, literalmente
fue un fracaso. De los 3 mil 800 usuarios o productores en esta zona costera de
Arequipa, al menos el 80% quedó endeudado con miles de soles ante las empresas
financieras porque no pudieron cosechar la cebolla que sembraron, debido a la
caída del precio en el mercado nacional.
El presidente de la Junta de Usuarios de Camaná, Marcelo
Valdivia Bravo, informó que cada agricultor invirtió aproximadamente 8 mil a 10
mil soles por topo, pero la mayoría no recuperó nada, porque fue preferible no
cosechar la cebolla y dejarla en la chacra porque implicaba un costo adicional
en el pago de mano de obra.
“Era mejor no cosechar porque no convenía. El saco de cebolla
que tiene 100 kilos, se llegó a vender a 10 soles, es decir a 10 céntimos el
kilo, entonces algunos prefirieron no cosechar”, narró preocupado el
dirigente.
SUR Y NORTE. La sobreproducción de la cebolla en Arequipa y en
el norte del país, hizo que el precio de oferta en el mercado para este producto
cayera a niveles extremadamente bajos. El año pasado, el kilo de cebolla se
vendió hasta en 3 soles el kilo, y Valdivia considera que por esta alza, este
año, la mayoría de los agricultores optó por sembrar lo mismo, tal como ocurre
casi siempre, sin seguir los planes de siembra que ha dejado de trabajar el
ministerio respectivo.
“Vamos a buscar la forma de intervenir ante Agrobanco para que
el pago de las deudas sea reprogramada, aunque la mayoría de los agricultores
trabajan con otras financieras privadas porque son menos burocráticas...”,
añadió.
PROYECCIÓN. Una de las causas por la que existe la
sobreproducción de un determinado producto, es la falta de información a la que
acceden los agricultores sobre la intencionalidad de siembra.
Según Valdivia, años atrás existía un sistema donde los hombres
del campo indicaban con una semana de anticipación los productos que tenían
planeado sembrar y este dato era contrastado con otras regiones, de esa forma se
permitía evitar que muchos optaran por similar cultivo y analizaran otras
alternativas.
“Ahora sembramos a ciegas, no sabemos qué productos deberíamos
sembrar. Para nosotros el Ministerio de Agricultura no existe porque no hay
apoyo, no hay producción”, lamentó.
ARROZ. Mientras algunos agricultores prefirieron enterrar la
cebolla, otros cosecharon para botar el producto en un campo abierto o en las
quebradas, ello con el único fin de no malograr el terreno que tienen para la
campaña grande que es la siembra del arroz.
Según explica el gerente técnico de la Junta de Usuarios, Luis
Estremadoyro, la cebolla enterrada o la incorporación en el terreno provocaría
que se generen bacterias y que el almácigo de arroz a la hora de transplantar en
el campo de cultivo no prenda.
“Los gases como metano y las bacterias de la cebolla pueden
provocar que la raíz del arroz se pudra y los agricultores tendrían que hacer el
replantado del almácigo”, explicó.
Además, en la visita en el campo realizada al valle, se aprecia
que las cebollas no fueron enterradas y trituradas en su totalidad porque aún
quedaron restos. Este hecho, aumentaría más el riesgo de perjudicar la campaña
de la siembra del cereal que abastece a todo el mercado de la zona sur del
país.
Tras esta mala experiencia de la pérdida de la campaña
(cebolla), los agricultores de Camaná preparan sus terrenos para cultivar arroz.
Tienen previsto trabajar sobre 6 mil 800 hectáreas.
La germinación en almácigos por un periodo de 60 días ya
empezó, es decir a partir del quince de octubre ya empezarán el transplante de
los plantones o marqueras, aunque la preocupación permanente es saber si habrá
disponibilidad de agua suficiente.
Marcelo Valdivia, recuerda que en los últimos 6 años, han
sufrido recortes sostenidos del recurso hídrico. “Antes recibíamos 30 metros
cúbicos de agua por segundo en los meses de octubre y noviembre, pero ahora
llega solamente la tercera parte, aseveró. En su opinión, lo óptimo para tener
una buena campaña y no sufrir la escasez es recibir 14 metros cúbicos por
segundo desde el río Majes.
“Para garantizar la campaña agrícola, necesitamos la
construcción de la hidroeléctrica de Molloco”, recordó.
DATOS
6 mil 800 hectáreas de cultivo hay en la provincia de
Camaná 3 mil 800 arroceros temen por la escasez de agua en Camaná.