General PNP Marco Miyashiro rompe su silencio LA CAPTURA DEL SIGLO
LA CAPTURA DEL SIGLO: General PNP Marco Miyashiro rompe su
silencio; a 10 años de la caza de Abimael Guzmán, revela detalles inéditos de la
proeza y se explaya respecto al futuro de Sendero Luminoso.
Entrevista realizada por Oscar Libón para el diario
La República
Fecha: 12 de Septiembre de 2002
E l general de la Policía Nacional del Perú, Marco
Enrique Miyashiro Arashira -hasta este décimo aniversario uno de los más parcos
protagonistas de la captura del siglo-, se explaya en esta entrevista especial
para La República. Y con la autoridad de su testimonio y la sencillez que le
caracteriza revela aspectos inéditos de aquel acontecimiento que marcó el
comienzo del fin de Sendero Luminoso. Proeza en la que compartió
responsabilidades y méritos con el coronel Benedicto Jiménez, el general Antonio
Ketín Vidal y un puñado de agentes de la policía antiterrorista peruana.
-¿Cómo fue su primer contacto con Guzmán luego de la
captura? -De gran tensión. El reclamaba saber quiénes estábamos en
el operativo, quién era el jefe. Creo que en un principio pensó que éramos del
MRTA. Temía por su vida y por la de la gente que lo acompañaba, pero, cuando se
enteró que éramos de la DINCOTE, se tranquilizó. Mucho más cuando vio que el
Ministerio Público estaba presente.
-¿Por qué pensó que eran del MRTA? -Creyó
que éramos un grupo que había ido a matarlo, cuando en realidad se trataba de
policías que lo íbamos a capturar y a poner a disposición de la justicia
peruana. Momentos después, comenzó a recriminarnos por el daño que le estábamos
haciendo al Perú: "ustedes no saben lo que le están haciendo, están parando todo
un proceso revolucionarioÖ". Mi respuesta inmediata fue: "¿y usted no sabe el
daño que le ha causado al Perú, la cantidad de muertos que ha ocasionado?".
-¿Cuánto tiempo conversaron? -Pocos
instantes, preferí suspender cualquier tipo de intercambio verbal, para calmar
los ánimos. Tenía que tranquilizarlos a ellos, y también a mi gente. Para que
todo se condujera de acuerdo a los procedimientos legales.
-¿Quiénes estuvieron con usted en el momento
indicado? -Ingresé con un grupo de 15 hombres, cuyos nombres no
quisiera revelar, por seguridad de ellos, no por un afán de protagonismo.
-¿Qué impresión le dejó Guzmán? -Es un
tipo preparado, y tiene la cualidad de poder convencer a otros. Por eso, lo
considero sumamente peligroso, porque aunque sus prácticas estén erradas, su
poder de convencimiento puede hacer que las personas busquen un camino
equivocado.
-La operación fue dirigida por usted y por el coronel
Jiménez, ¿no? -Jiménez era el mando militar. Él tiene un don
especial para poder oler al terrorista. Esa cualidad no la tengo yo. Mi
responsabilidad era hacer vigilancias encubiertas, hacer los contactos a nivel
de comando, y conducir a la unidad en sí.
-¿Usted dónde se encontraba cuando ingresaron los
primeros efectivos de la entonces DINCOTE? -A unos ochenta metros
de la casa, hasta que los agentes "Gaviota" y "Ardilla" dieran el aviso de que
la puerta estaba franqueada. Entonces, me convertí en un velocista, y junto con
todo el personal ingresamos al inmueble. Nos dividimos en tres grupos, para el
primero, segundo y tercer piso. Al subir al segundo piso, vi que me cerraron la
mampara que habían puesto para camuflar el área donde se escondía Guzmán.
Derribé la mampara, los agentes pasaron por encima mío, coparon los dos lados
del pasadizo. Finalmente escuché: "aquí está el cachetón". Voy, y efectivamente
allí estaba Guzmán, controlado.
EL EQUIPO
-¿Cómo se repartieron las funciones en las
investigaciones y en el operativo mismo? -Vale resaltar el esfuerzo
del grupo en su totalidad, porque no es que existieron policías brillantes en
determinados puestos. Fue la participación conjunta, el equipo, 88 personas.
-¿Sabían que era Guzmán el que estaba en esa casa
cuando irrumpieron? ¿Tuvieron información previa? -Los datos
previos los encontramos en las casas de Buenavista, y de Monterrico. En esta
casa se repetían las cosas que habíamos encontrado en la basura de las otras.
Eran indicios bastante certeros en relación a lo que habíamos hallado en las
incursiones del primero de junio y el 31 de enero de 1991. En la primera
encontramos todo lo que ahora está en el museo, allí se capturó a Sybila
Arredondo, a Quirillanqui, Mendoza y otros mandos.
-¿Alguna vez se dijo que no habían capturado a Abimael
debido a una infidencia? -Sí, tuvimos problemas de esa naturaleza,
y lo confirmó después la "camarada Miriam". Cuando le preguntamos por qué no
estuvieron en las casas anteriores donde los buscamos, respondió "porque el
Partido tiene muchos amigos, alguien nos informó que la policía estaba sumamente
cerca, por eso salimos". Lastimosamente no llegamos a detectar quién había
informado al comando de Sendero Luminoso, es una de las incógnitas que quedan en
esta historia.
-¿Cuál fue el hecho clave para la captura de
Abimael? -La orden de captura, que se dio un viernes. El martes de
la misma semana se observó que Maritza Garrido Lecca estaba en la azotea, que su
compañero Incháustegui también, y esa noche hubo apagón general en Lima. El que
vigilaba describió una escena de amor, pero en un momento señaló que había una
luz en la azotea. Podía ser una vela o un encendedor. Ese dato nos permitió
confirmar que había una tercera persona. Por eso, tres días después decidimos
ingresar a la casa.
-¿Antes de la incursión se informó al entonces jefe de
la DINCOTE, Ketín Vidal? -No, la operación se manejó en reserva,
hasta que se inició. Luego de lograr los primeros resultados positivos, se
informó al Comando, como debe ser. Como director de una sub-unidad, estaba
dentro de mi alcance iniciar una operación, y avisar al comando una vez que
tuviera resultados.
A la primera casa de Balconcillo se ingresó a las tres de la
tarde, a la segunda a las 7:30 de la noche. Allí se halló armamento y
pertenencias de Guzmán, y objetos de SL, eso nos dio la certeza de que las tres
casas eran de la organización. Considerábamos la tercera casa como una de las
menos probables. Si no se encontraba nada, se iba a suspender la operación. Al
ser positivo, se continuó con el operativo, y el comando estuvo oportunamente
informado.
-¿Cierto que Benedicto Jiménez estaba especializado en
SL y usted en el MRTA? -No eran especialidades, sino la
experiencia. Yo tenía mucho más experiencia en combatir al MRTA que a Sendero, y
Jiménez había tenido más experiencias con SL que con el MRTA. Eso no quiere
decir que uno sólo haya visto casos de un grupo. Jiménez ha trabajado casos de
MRTA, y yo me inicié en el 85 combatiendo a SL. A veces, tu función te ubica en
determinado lugar. Yo era jefe del departamento B de la división de
investigaciones especiales de la DINCOTE, y éramos los que nos ocupábamos de los
golpes al MRTA.
El GEIN también realizó acciones contra el MRTA, y capturamos a
Gálvez Olaechea y a Rosa Luz Padilla.
LOS OTROS
-¿Luego de la captura ustedes recibieron alguna
comunicación del presidente, del Servicio de Inteligencia Nacional, o de otra
instancia? -No, de ninguna manera, sobre todo a mi nivel. Yo era un
comandante de la policía, y a quien le correspondía la responsabilidad de
nuestros actos era al comando de la DINCOTE.
-¿Recibieron algún tipo de presión o
limitaciones? -No, en absoluto.
-¿Capacitaron al personal militar? ¿Trabajaron con
ellos? -Con los militares. El SIN envió personal del SIE para
analizar los documentos incautados. En otros casos enviaban gente para que
participen con nosotros en la vigilancia, pero no hubo muy buenos resultados.
Trabajaban ocho horas y ya querían irse a su casa. La participación de
inteligencia naval fue distinta. Ellos sí batallaron, y estuvieron dándonos
apoyo en todo momento. Inteligencia Naval fue la única institución con la que se
mantuvo coordinación permanente, y te hablo de todo el tiempo en el que yo
estuve en DINCOTE, desde 1987 trabajamos con ellos.
-¿Y el Ejército? -No, no, ellos se
aprovecharon cuando estuvo el Servicio de Inteligencia al mando de Montesinos.
-¿Ustedes llegaron a trabajar con Martin
Rivas? -Fue el Comando de la DINCOTE el que permitió que se
instalara ese equipo. Fue precisamente en 1992, porque antes nosotros
guardábamos mucho celo de las cosas que hacíamos.
-¿Cuánta gente del SIE llegó a haber? -Más
o menos 10, no recuerdo bien.
-¿Usted tuvo un trato directo con Rivas? -No, porque ese grupo trabajó con un coronel. Nosotros éramos comandantes.
-¿Que piensa del grupo Colina? -Están
siendo sometidos a investigación, por lo que me mantengo en reserva. Era
conocido que el SIE tenía ese destacamento, pero no viene al caso comentar sobre
ellos, porque sus procedimientos estaban al margen de la ley, a diferencia de
los policías que necesariamente tienen que estar de acuerdo a ley.
MUJERES
-¿Llegó a conversar con la camarada Miriam, qué le
pareció? -Una mujer con mucho conocimiento, y fiel seguidora de
Abimael Guzmán. Pienso que más que una relación personal había un gesto de
idolatría hacia su pareja.
-¿En algún momento tocaron el tema de Augusta
Latorre? -Sí, hablamos de la muerte de Augusta Latorre. Porque hubo
la suspicacia de pensar de que ella fue quien la empujó del segundo piso para
aparentar un suicidio. Ella negó todo, y dijo que Augusta se había quitado la
vida. Pero siempre quedó la duda, incluso dentro de los miembros del comité
central de Sendero, de que fue la "camarada Miriam" la que mató a la "camarada
Nora".
GÉNESIS
-¿Como se originó el GEIN?
-Son las contradicciones de la vida. El entonces mayor
Benedicto Jiménez fue rechazado en el grupo Delta (fuerzas especiales contra
terroristas). Entonces fue acogido por el teniente general Reyes Roca, y le dijo
"te tengo un caso especial". Se refería a la carta que acusaba a "Isa", una
señora que denuncia que su hijo estaba siendo captado por elementos terroristas.
Jiménez recibió ese encargo. Así se dio inicio al GEIN, con solo cinco hombres a
su mando.
-¿En qué se diferenciaba el GEIN de los demás grupos de
inteligencia? -El GEIN no realizaba capturas mientras no tuviera
elementos probatorios suficientes. Se basaba en investigar para detener.
-¿Hay una escuela de pensamiento? ¿Alguna línea guía
para el GEIN? -El GEIN hizo todo lo que está en los manuales. Allí
se dice que para hacer bien la vigilancia, se necesita gente con voluntad,
recursos logísticos y financieros. El mérito del GEIN fue hacer las cosas como
se debe, a pesar de todas las limitaciones. A la semana de fundado el GEIN, me
incorporé con todo mi equipo, éramos ocho. Poco a poco fuimos creciendo, en
junio del 90, cuando se da el primer golpe (la casa de Buenavista) ya éramos 25.
Cuando dimos el golpe del 92 (captura de Abimael), contábamos con 82 efectivos.
-¿Sigue las enseñanzas de Tsung Tzu? Sí, y
del mismo Mao Tse Tung. "Si no conoces al enemigo, no sabes cómo comportarte",
era necesario seguirlos.
-¿Qué diferencia al GEIN de las estrategias
antisubversivas de las FFAA? -En escena, ellos son militares,
nosotros somos policías.
SL, HOY
-¿Cómo evaluaría usted los cambios en las
organizaciones subversivas desde la captura de Guzmán a hoy? -Del
92 a este año la violencia se ha reducido drásticamente. Hoy, los que generan
más problemas a los movimientos terroristas son las facciones que optaron por
seguir con la guerra.
-¿Pueden volver a cobrar fuerza? -Mientras
exista gente fanatizada, gente que considere que la violencia es la última
opción, vamos a continuar manteniéndonos alerta, para detectarlos y ponerlos a
buen recaudo.
-¿Qué cambios ha detectado en los movimientos
subversivos? -El principal cambio es su comportamiento. Ahora se
dedican a la guerra política, dejando de lado la guerra militar, salvo los
rezagos.
-¿Cómo se comportan en la guerra política? -Operan en el campo jurídico. Por ejemplo, apelan a la inconstitucionalidad
de las leyes, exigencia de libertad de los internos, etc.
-¿Hay una integración, cree que tienen intención de
formar un partido político, participar en la arena política? -Ojalá
fuera así, entonces sería el pueblo el que decida el camino a seguir. Pero yo
creo que lo que ellos están buscando es una amnistía general.
-¿Una salida de sus líderes para continuar con la
guerra? -No lo sé, pero es una posibilidad ante la que hay que
estar alerta.
-Escribe un libro ¿verdad? -Escribo
algunos de los capítulos de mi tiempo de servicios como policía. La captura de
Abimael es uno de ellos. Recuerde que el GEIN no tuvo como objetivo final la
captura de Guzmán, sino pacificar el país. Objetivo que fue truncado en el
camino.